En el Mundial de fútbol de Italia 1990, la regla de suspensión de un partido por acumular tres amonestaciones dejó afuera de la final a Claudio Caniggia, el único delantero gravitante de aquella Selección Argentina. Sería más preciso decir que el entonces joven delantero agarró una pelota con la mano de la manera más estúpida en medio de una jugada intrascendente, y se dejó afuera de la final. La FIA reaccionó modificando la regla desde 1994: desde entonces la primera amonestación se borraba al quinto partido, para evitar nuevas finales sin las grandes figuras.

Algo así decidió la FIA este año, tras un 2021 en el que Michael Masi y los comisarios de carrera debieron hacer la vista gorda a abundantes faltas reglamentarias de Lewis Hamilton y Max Verstappen para que los dos pudieran llegar a Abu Dhabi (primero) pudiendo correr el Gran Premio, y (segundo) lo más igualados posibles en la tabla.

Hasta 2021, tres reprimendas implicaban la pérdida automática de diez posiciones de salida en el siguiente Gran Premio. Hamilton debería haber largado diez posiciones atrás en Abu Dhabi, tras un incidente con Nikita Mazepin que para la FIA “no tuvo culpable claro”: en carreras anteriores Lewis había recibido reprimendas por maniobras similares.

Pero fue lo que se vio en las últimas carreras de 2021: si Masi y compañía no hacían la vista gorda a las varias infracciones cometidas por los tensos contendientes al título, éste habría sido decidido por las sanciones y no por las maniobras en pista... aunque hubiera sido lo más 'justo'.

Por otra parte, recordemos que los puntos del carnet de la Superlicencia (se pueden acumular hasta 12 puntos negativos en el curso de doce meses corridos) siguen vigentes de un año a otro, y hay varios pilotos en problemas. Yuki Tsunoda tiene 8 puntos, y está por lo tanto a 4 de ser excluido de un Gran Premio; Max Verstappen y Checo Pérez tienen tienen siete, y deberán cuidarse también hasta que venzan los puntos más viejos.