El emiratí Mohammed ben Sulayem fue elegido nuevo presidente de la FIA. El expiloto de rallies (ganó 14 campeonatos de esta modalidad en Oriente Medio) sucede a Jean Todt, tras doce años que tuvieron dos etapas: 1) capear la decadencia de Bernie Ecclestone como mandamás de la F1 y su falta de dirección estratégica, que derivó en el Pacto de la Concordia de 2012 y en los costosísimos motores que usa la F1 desde 2014; 2) no estorbar a Liberty Media, que desde 2017 ha remontado la cuesta desde una F1 en crisis a todos los niveles y con media parrilla al borde de la desaparición a convertirse en el espectáculo deportivo más atractivo de 2021.

Sulayem preside el Club de Automóviles y Turismos de los Emiratos Árabes desde 2006. Su llegada implica el regreso triunfal del ‘ecclestonismo’ a la dirección de la FIA: fue uno de los principales aliados de Max Mosley, emir de Bernie en la FIA entre 1993 y 2009. Es un hombre sustancialmente más joven que Jean Todt, aunque sin la soberbia trayectoria del hombre que llevó a Peugeot a dominar el Mundial de Resistencia y a Ferrari a dominar la F1 como nunca antes había ocurrido.

En términos menos anecdóticos y más ‘estructurales’, la elección de Sulayem expresa el crecimiento económico y político de Oriente Medio en la FIA en las últimas dos décadas. E implica una incógnita respecto de la relación con Liberty Media, gestora de la FOM (Formula One Management), que hasta ahora ha encontrado en la FIA el apoyo institucional necesario para avanzar en una serie de reformas estructurales que empezaron hace 4 años y que se coronarán recién en 2026, con motores 50% eléctricos, neutralidad energética y, se espera, la mayor paridad entre equipos de la historia.

            Hamilton dejó de seguir a la Fórmula 1 en Instagram

Pero nada de lo anterior le importa a nadie en la F1 actualmente. La noticia del día es que Lewis Hamilton dejó de seguir a la máxima en Instagram. Lo advirtieron anoche algunos de sus fans. Todo refuerza la novelita sobre un posible retiro de Ham.

Nos van a entretener el ansia de F1 hasta febrero con estas versiones, tengan sustento o sean un nuevo despliegue de histrionismo de Hamilton, artista mediático de ribetes maradonianos.