Chapeau Ferrari. Y chapeau Liberty Media, que durante cinco años diseñó la F1 que arranca este fin de semana en Bahréin.

Volvió Ferrari, tras los dos años penando por sus trampitas con el motor de 2019. Hizo el mejor motor y, como adelantaba Continental Web en la pretemporada, los Alfa Romeo, con multitud de problemas de fiabilidad, y Haas, al borde la extinción, sacaban los tiempos en seguida.

Esto quedó esquematizado claramente en la Qualy de Sakhir. En la Q1 quedaron afuera un coche motorizado por Honda (un Tsunoda que arrancó pésimo el año) y cuatro Mercedes: el retornado de emergencia Hülkenberg, el convaleciente postCovid-19 Ricciardo, el estólido Stroll, el poco defendible Latifi. En la Q2 quedaron afuera dos Ferrari, uno de los dos Renault y otros dos Mercedes. Ergo: a la Q3 pasaron 4 motores Ferrari (de 6), tres motores Honda (de 4), dos motores Mercedes (de 8) y un motor Renault (de 2).

La jerarquía de la F1 se barajó completamente por primera vez desde 2014. Cuando Mercedes solucione sus problemas de porpoising va a estar ahí. Pero sufrirá mucho mañana al principio de la carrera con 110 kilos extra de combustible (hoy los McLaren eran una lágrima sacando chispas con la panza, pese a que iban con no más de 10 kilos de fluido).

Fiel a este marco, la Q1 vio enseguida a las Ferrari marcar los tiempos más rápido, con Max guardándose a lo Hamilton. Un Verstappen muchísimo más relajado que todo el año pasado: veremos un piloto muchísimo mejor que hasta ahora, acuérdense.

Debacle de McLaren, usando aluminio en sus frenos delanteros para mitigar el sobrecalentamiento
Debacle de McLaren, usando aluminio en sus frenos delanteros para mitigar el sobrecalentamiento


En las tres partes de la Qualy del GP de Bahréin, Mercedes sacó sus autos antes que los otros dos equipos Top de la parrilla (Red Bull y Ferrari), consciente de que este año habrá que yugarla como nunca desde 2013.

Cuando le dan auto, Leclerc garpa enseguida
Cuando le dan auto, Leclerc garpa enseguida

En la Q3 íbamos a ver la primera foto sincera del Mundial de F1, y Ferrari fue letal. Sacarle una milésima a Verstappen en Qualy en este grado de igualdad es sublime. Sus dos pilotos (ad referendum de que tengan que definir el campeonato entre ellos) son una pareja exquisita de pilotos, con un supertalentoso como Leclerc y un 'normal' que es tan buen corredor de carreras como el mejor.
Igualmente, la definición de la Clasificación mostró la diferencia entre un fuera de serie y un normal: el español superó a Leclerc (por una uña) en la Q2, pero en el momento clave de la Qualy, en la última vuelta de la Q3, la uña la sacó el monegasco, doce centésimas por delante de Verstappen y Sainz Jr.