Red Bull siempre, incluso en la derrota apabullante, ha sido un torbellino de ideas originales y efectivas, liderado por el genial Adrian Newey. Honda este año se puso la camiseta de Red Bull y apuró todos sus desarrollos pensados para 2022; hasta ahora, con resultados inquietantes para un octavo título mundial de Lewis Hamilton.

El motorista japonés utilizó dos equipos full time para acelerar el desarrollo de una batería que entrega más potencia y pesa mucho menos (un precepto histórico de Honda). La batería es uno de los siete elementos de la planta impulsora de los F1 desde 2014; la que estrenó Verstappen en Bélgica almacena la energía recuperada por el MGU-K a razón de 4 MegaJules por vuelta, el doble de lo que entrega el MGU-K en el mismo lapso; vale decir: si podés acumular en dos vueltas el doble de energía para después lanzarlo en una sola vuelta rápida, podrés hacer tiempos como el que sacó Max para lograr su espléndida pole en Spa.

El jefe de desarrollo de unidad de potencia de Honda F1, Yasuaki Asaki, comentó que en los primeros desempeños de la batería “Las señales han sido prometedoras, tras una cantidad de trabajo enorme para proporcionar tanto rendimiento como mejoras de peso, esto último ayudará a Red Bull con la distribución de pesos”, explicó el ingeniero.