Por segundo año consecutivo, Checo Pérez obtuvo la Pole Position en el GP de Arabia Saudita. El bicampeón reinante, Max Verstappen, rompió un palier en vuelta de preparación en la Qualy 2 y largará décimo quinto (a cuenta de las penalizaciones que puedan sumarse antes de mañana a las 14 de la Argentina). 

Durante todo el fin de semana, se vio a Red Bull más de medio segundo por delante de los demás a una vuelta, y esto se constató en la Clasificación, amén de la rotura de Max. Pero por detrás hay un maremágnum en el que se mezclan Aston Martin, Ferrari (resucitado tras un viernes de muchísimas pruebas y tiempos anónimos, recién aparecieron en la Q1), un Mercedes que crece en carrera y un Alpine que resucitó lo suficiente como meter a sus dos pilotos en Q3. 

Completa el Top Ten un maravilloso Oscar Piastri, el australiano más talentoso en décadas de F1 (y quizá el mejor oceánico desde el neocelandés Dixon, que todavía es competitivo en la IndyCar a los cuarenta y pico). Logrado con un McLaren que lo dejó a Lando Norris fuera de combate en la Q1. 

Nota aparte: Russell parece encaminarse a un año de dominio sobre Hamilton. Superó a un contrito heptacampeón, que se ha quejado públicamente en los últimos días de que el equipo no le hizo caso en las evoluciones, y que aparece echando el resto infructuosamente frente a un Russell que va superando las dificultades que le salen al paso con el gesto inmutable de un Buster Keaton. 

De las prácticas del viernes cabe destacar la increíble igualdad de todos los equipos nombrados anteriormente en en ritmo de carrera (en torno al 1m35s), con la diferencia de un Red Bull que no sólo no sentía el desgaste, sino que iba siendo cada vez más rápido, y con Aston Martin siguiendo un patrón parecido (en su propio nivel), algo que concuerda con lo visto en la pretemporada y en el GP de Bahréin. 

Mañana, el candidato a ganar la Carrera es Checo Pérez, y el candidato a ser segundo es Max Verstappen. Es incontestable la superioridad del Red Bull en este inicio de temporada (luego, dirá el tiempo si la restricción del tiempo en el túnel de viento por violar el límite presupuestario los deja más pegados al resto de la parrilla). No obstante, el circuito es tan veloz, tiene tan pocas escapatorias y tantas curvas ciegas que parece inevitable que algún azaroso Safety Car cambie dramáticamente la carrera. 

F1: pole de Checo Pérez; Max rompió un palier y largará 15to; los demás, parejísimos

El bajo nivel de desgaste de Jeddah (y la tanda larga de Verstappen el viernes) hacen pensar en un Red Bull usando el Rojo y el Amarillo (el más blando y el medio) mañana en el GP de Arabia Saudita. Y los demás, si no intentan la heroica (parar por segunda vez, salvo un providencial Safety Car que lo propicie, sería una derrota segura) de copiar la estrategia de neumáticos de los austríacos, harían un stint con Medios y otro con Duros (los blancos). 

La carrera va a estar hermosa con la remontada de Max y con la lucha titánica de al menos tres equipos por subirse al podio. Será, como se dijo, desde las 14 de la Argentina. Antes, a las 10.10, la F2 correrá su carrera larga (una parada obligatoria, 170 kilómetros de distancia o una hora de duración); en la del sábado ganó el japonés Ayumu Iwasa aguantando heroicamente el acoso de una jauría de pilotos, tras apoderarse de la primera posición que había logrado Jack Crawford (se invierten las primeras diez posiciones de la Clasificación del viernes), pero la gran figura fue el campeón reinante de la F3, el francés Victor Martins (poleman del viernes), que remontó desde la décima posición y tuvo la sangre fría y la pericia para ir remontando posiciones sin tentarse con maniobras tontas. 

F1: pole de Checo Pérez; Max rompió un palier y largará 15to; los demás, parejísimos