Este jueves arranca la segunda y última tanda de test de pretemporada de la F1 en Sakhir, el mismo circuito donde del 18 al 20 de junio arrancará el Mundial. Y Mercedes ya hace temblar a sus rivales al anunciar un coche “sin pontones” que le da un segundo extra de ritmo en el simulador, según adelanta Il Corriere della Sera.

El talentosísimo James Allison (despreciado por Ferrari en uno de tantos bandazos del período 2014-17), junto a Jeff Owens, hallaron un novedoso sistema de refrigeración en la zona más alta del coche que mejoraría radicalmente la performance del W13.

La escudería alemana se curó en salud pidiéndole a la FIA varias aclaraciones reglamentarias. Es porque la entidad rectora del deporte motor puede ahora prohibir cualquier elemento que vaya contra el espíritu de simplificación y baja de costos del reglamento de este año.

Estos tres días en Bahréin son considerados "test oficiales" por la FIA, por lo que se comenzarán a verificar técnicamente los autos, habrá tiempos oficiales, dejarán entrar público (que pague la entrada) y las firmas con los derechos para transmitir la F1 a nivel internacional podrán transmitir enteramente las jornadas, que comenzarán a las 8 y terminarán a las 17, con un parate para comer de 12 a 13.

El comienzo de las verificaciones técnicas de la FIA preocupa a los principales equipos de la F1, todos excedidos en peso. Sólo Alfa Romeo y McLaren encontraron la forma de acercarse al peso mínimo de 795 kilos. Como era de esperar, Red Bull ya empezó a gimotear en pos de una suba del peso mínimo a 805 kilos "por el bien del deporte": esperemos que la rosca no triunfe en este caso, y que quienes hicieron un trabajo acorde a lo previsto por la FIA tengan su premio con varias décimas de ventaja por esos diez kilos menos.