Ross Brawn aclaró que la FIA y Liberty Media sólo intervendrán reglamentariamente si el 'porpoising' (los saltitos constantes provocados por el efecto suelo y potenciado por las suspensiones más largas y duras de este año) se torna un problema de seguridad.

Sin embargo, el director técnico de Liberty considera que los problemas actuales pueden “solucionarse o al menos limitarse” con cambios de reglajes. “Eso sí, habrá que sacrificar un poco de prestaciones. A mayores prestaciones, mayor efecto marsopa, pero corresponde a equipos y pilotos tomar las decisiones sobre reglajes”, sentenció Brawn.

Por otra parte, el británico descartó completamente la posibilidad de permitir suspensiones activas en el período 2022-25 para solucionar el porpoising. Brawn argumentó que “serían muy caras de desarrollar, permitirían un aumento importante de las velocidades en curva e irían en sentido contrario al espíritu del reglamento", que intenta simplificar las suspensiones para mitigar las turbulencias aerodinámicas a los coches que van atrás de otros.

McLaren y Ferrari han superado el problema de inmediato, mientras que Mercedes y Alfa Romeo lo sufren más; Red Bull no tanto.