Lewis Hamilton se esperanza con estar a la altura de Red Bull y Ferrari para el Gran Premio de Gran Bretaña. Tras el gran paso adelante dominando el marsopeo en Barcelona, los ingenieros de Mercedes tienen una mayor comprensión del auto; esto debería en mejores setups y en búsqueda de un mejor rendimiento general. Sobre los rebotes en Mónaco, los chicos de Toto Wolff aducen que se debieron al piso irregular de Monte Carlo.

"Espero que cuando lleguemos al Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone tengamos el coche como queremos, para poder luchar con Ferrari y Red Bull. Sé que se está trabajando incansablemente en la fábrica para progresar con el coche. Y no tengo ninguna duda de que lo haremos bien tarde o temprano", se ilusionó Lewis.

Sin embargo, esta semana se avecina el GP de Azerbaiyán, en donde los problemas del Principado pueden repetirse, admitió Andrew Shovlin, director de Ingeniería en Pista de Mercedees. "Estamos trabajando en áreas para tratar de mejorar la conducción, tratar de hacer que el auto funcione un poco más cerca de su ventana óptima. Pero somos muy conscientes de que, además de agregar un rendimiento base al automóvil, debemos hacer que funcione en una gama más amplia de circuitos".

En el mismo sentido van las declaraciones de George Russell, quien atribuyó la vuelta de los rebotes en Monte Carlo a la carga aerodinámica adicional requerida por ese trazado. "Creo que solo necesitamos encontrar un poco más de carga aerodinámica. No hemos sido terriblemente competitivos en las curvas de baja velocidad. Cuando miramos a Barcelona, ​​fuimos los más rápidos en las curvas de alta velocidad y luego en las rectas, todo lo contrario de lo que ofrece Mónaco", matizó el talentoso piloto. Y añadió: "Necesitamos encontrar un poco más de ritmo en la calificación. No podemos permitirnos que un Alpine o un McLaren nos sigan saltando”.

Por otra parte, Wolff sigue gimoteando por el límite presupuestario y, a falta de nuevos argumentos, reiteró que “en un mundo ideal”, su equipo suministraría motores a dos equipos, no a tres como hasta ahora, debido al límite de 15 millones de dólares impuesto por la FIA para adquirir las plantas impulsoras.

Traduciendo: Toto parece estar anticipándose con sus declaraciones a la pérdida de uno de sus clientes a manos de Audi, que preferiría comprar Sauber (feudo de los motorres Ferrari) o Williams por sus empresas tecnológicas adyacentes a la F1. El mensaje político sería 'vamos a perder un equipo, pero no nos importa porque ya vender motores nos da poca plata así que no nos interesa más'.