Se completa el giro radical que se vio obligado a hacer el equipo Haas de F1 a partir de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Primero, los estadounidenses se vieron obligados a dar de baja a su sponsor principal, Uralkali, lo que dio pie a un reclamo de devolución de fondos de 2022 adelantados a la escudería. Luego dieron de baja a Nikita Mazepin, el peor piloto de la parrilla de F1, cuya única razón para llegar a la máxima fue tener los fondos de apoyo de la empresa de su padre.

Si bien se manejó rápidamente el nombre de Pietro Fittipaldi para acudir a los test de Bahréin esta semana (comienzan mañana a las 4 de la madrugada argentina, siguen hasta el sábado a las 13 de nuestro país), sonaban con fuerza dos nombres. Uno era el talentoso (aunque blando en carrera) Niko Hülkenberg, ganador de las 24 Horas de Le Mans al primer intento (cuando aún corría en F1). Sin embargo, Haas volvió a optar por la peor opción: repatriará a Kevin Magnussen, un piloto que arrancó en la F1 de 2014 con un podio para McLaren y luego sólo aportó maniobras peligrosas dejando sin pista a sus rivales (e incluso a su compañero de equipo, el también demasiado fogoso Romain Grosjean). También se nombró más débilmente al campeón de la F2, el brillante Oscar Piastri.

Ahora, el hijo de Jan Magnussen acompañará a Mick Schumacher luego de haber hablado pestes de Haas tras su salida del equipo motivada por los ‘morlacos’ de Ferrari y Uralkali. "Obviamente estoy muy sorprendido, pero también muy emocionado de recibir la llamada de Haas. Estaba mirando en una dirección diferente con respecto de mis compromisos para 2022, pero la oportunidad de volver a competir en la Fórmula 1, y con un equipo que conozco muy bien, era simplemente demasiado atractiva”, confesó Magnussen, depuestas ya las hostilidades con Guenter Steiner y compañía.

El dinamarqués se liberó primero de sus compromisos con Peugeot (en el WEC) y Chip Ganassi (en IndyCar), y ahora podrá correr toda la temporada de 2022 para el equipo estadounidense. Se sumará ya esta semana a Schumacher y Fittipaldi, para ir recortando la distancia física necesaria para correr en la máxima.