Qué gran año de la F1 nos espera. Hoy, en Arabia Saudita, en una carrera mayormente procesional y táctica, dos banderas amarillas nos dieron largos momentos de una intensidad que la F1 no experimentaba de manera regular hacía décadas, en parte porque en toda la era Pirelli nunca había habido neumáticos con los que empujar.

No es sólo Pirelli, todo colabora en el diseño del Reglamento Técnico para que Max Verstappen y Charles Leclerc hayan luchado rueda a rueda pasándose y devolviéndose el sorpasso durante 8 vueltas como si esto fuera el karting y no autos de más de mil caballos de fuerza.

No es sólo el azar de que salga una carrera buena. Se trata de ver incesantes peleas en una parrilla que corre en un Gap de menos del dos por ciento (el reglamento de la F1 te exige un ritmo del 107% de la Pole para arrancar un Gran Premio), aproximadamente el mismo Gap de la IndyCar (1,8%) pero con autos de conceptos completamente diferentes (la IndyCar es una monomarca a nivel chasis, y los motores están completamente igualados).

Al principio del Gran Premio todo parecía una papita para Checo Pérez, que manejaba la distancia con Leclerc. Max Verstappen, que largó muy bien y quedó tercero de entrada, se escapaba de Sainz Jr. Los cuatro se escapaban de los otros, pero todo acontecía a centésimas por vuelta en los primeros casos y a décimas entre el primer y el segundo pelotón.

Hamilton, que arrancó con neumáticos Duros, remontaba homeopáticamente, esperando que le cayera el almuerzo. Latifi no lo defraudó: el canadiense, que atesora prácticamente un choque por día en Jeddah desde el año pasado, causó el primer coche de seguridad y largas vueltas de espera hasta que se pudo restaurar la pista a estándares de seguridad aceptables.

Una vuelta antes, el desangelado Checo Pérez había entrado a cambiar neumáticos, comiéndose el amague de Leclerc, quien, al ver que el mexicano entraba, se quedó en pista. Enseguida Latifi hizo de las suyas y condenó la carrera de Pérez, en un Gran Premio previsto para una sola parada: todos entraron, salvo los que habían arrancado con Duros (Hamilton, Magnussen, Hülkenberg).

En el reinicio (Vuelta 21), Leclerc hizo una defensa sucia, al estilo Verstappen, y logró quedarse delante de un neerlandés tan incisivo conductivamente como siempre. Se verificó en los dos reinicios que tuvo la carrera que Red Bull parece tener mucho más auto en el comienzo de los stints, pero en la segunda parte Ferrari es marginalmente mejor: si Albon no causaba tres vueltas seguidas de bandera amarilla en el sector 1 en las últimas tres vueltas de carrera, Leclerc se lo comía a Verstappen, cuyas Duras empezaban a decaer en relación al coche del monegasco.

Aquí la carrera la decidió, amén de la magia iracunda de Max, el motor Honda, que si no se apaga parece el más potente. No siempre se va a correr en circuitos de más potencia que aerodinámica, y habrá que ver en trazados más tipo Silverstone quién está adelante, pero por ahora todo se define, entre Ferrari y Red Bull, en centésimas.

Un capítulo aparte para la fiabilidad: hoy clasificaron catorce autos, la mayoría de los que no llegaron tuvieron problemas técnicos. Tsunoda ni siquiera pudo arrancar la carrera. Bottas estaba juntando varios puntos, pero su Alfa Romeo dijo 'basta'.

Entre las vueltas 36 y 37, se quedaron el Alpine de Alonso (tras una lucha idiota con su compañero de equipo Ocon, que no se dejaba pasar y luego no dejaba ir a su compañero, perjudicando la carrera de ambos y poniéndose al borde de una catástrofe) y el McLaren de Ricciardo.

Se declaró un Virtual Safety Car, pero Leclerc, que se escapaba de a centésimas hasta la vuelta 35 y ya estaba a casi dos segundos de Verstappen, quedó con medio segundo de ventaja cuando se reinició en la Vuelta 42, y ahí ocurrió la feroz batalla de Jeddah entre los, por ahora, máximos candidatos al título.

Si buscan archivos de YouTube de Leclerc y Verstappen en Karting, entenderán que la rivalidad deportiva es áspera desde que eran niños. Se conocen bien. Leclerc es muy frío y juega con el ardor de Max para dejarlo pasarse en la frenada y recuperar la posición en la siguiente recta. No es que se lo hizo estas dos carreras: la vienen haciendo desde que no les crecía la barba.

En este contexto, Max presionó a Charles de manera salvaje hasta que, en la Vuelta 47, forzó un error del monegasco en el final de la recta principal y el neerlandés pudo escaparse algo. Sin embargo, ya en la vuelta siguiente era la Ferrari de Leclerc la que parecía una bomba, y si no hubiera sido por las amarillas causadas por Albon antes comentadas y la tremenda eficiencia del Red Bull en el sector 3, la victoria podría haber sido para el ferrarista.

F1: gran victoria de Verstappen tras encarnizada lucha con Leclerc

Acotaciones marginales:

1) Russell (un escalectric inconmovible) y Hamilton (un veterano quejoso, pero que se mete enseguida en carrera) demostraron que Mercedes está bastante cerca en performance. Sin embargo, la escudería alemana volvió a fallar como equipo hoy al indicarle demasiado tarde a Hamilton que entrase a Boxes tras los abandonos de Alonso y Ricciardo. Ergo: Ham se pasó, cerraron los boxes hasta el final del VSC y Hamilton, que tenía una parada gratis para quedar sexto tras su compañero de equipo, cayó hasta la duodécima posición tras su única detención (nadie paró dos veces) y sólo pudo remontar hasta la décima posición; ¿llorará puntos así Mercedes a final de año?

2) Lo de Alpine en Clasificación no se repite en Carrera. En parte por su lucha fratricida, estuvieron al alcance de Alfa Romeo y Haas, y fueron superados por los Mercedes, cuyas mayores dificultades parecen más evidentes a una vuelta.

3) Dignísima carrera de Norris con un McLaren que ya superó el marasmo de Bahréin y al menos es ahora el segundo equipo Mercedes. Esos puntos logrados por el inglés son un bálsamo para un comienzo durísimo, tras una pretemporada que arrancó esperanzadora.

4) Prácticamente no se nombró en este comentario a Sainz Jr. Por ahora, el madrileño no aparece en ninguno de los momentos claves de una carrera; hoy ligó un podio por la desgracia de Pérez. Está muy cerca en velocidad de Leclerc, pero el monegasco es frío y rapidísimo mentalmente en los momentos de máxima presión y más decisivos del fin de semana, todo lo contrario que el español; el año es largo, a Carlos le cuesta arrancar y termina bien. Veremos si la dinámica se repite en 2022.

Verstappen terminó primero, seguido de Leclerc, Sainz Jr, Pérez, Russell, Ocon, Norris, Gasly, Magnussen y Hamilton en la zona de puntos. El Campeonato de Pilotos está con 45 puntos para Leclerc, 33 para Sainz, 25 para Verstappen, 22 para Russell, 16 para Hamilton, 14 para Ocon, 12 para Pérez y Magnussen, 8 para Bottas y 6 para Lando Norris. El de Constructores tiene a Ferrari con 78 puntos, Mercedes con 38, Red Bull con 37, Alpine con 16, Haas con 12, Alfa Romeo con 9, Alpha Tauri con 8, McLaren con 6 y sin puntos Aston Martin y Williams.