Sergio Aranda, músico del grupo Ráfaga, que estaba en Beara cuando ocurrió el derrumbe, relató que “todo se vino abajo en un segundo y era un caos total”.

“Nosotros empezamos a tocar a las dos y media y terminamos a las tres y diez. Era la primera vez que tocábamos ahí. Tocamos abajo, no en el entrepiso. Calculo que en el boliche había menos de trescientas personas”, describió por Continental.

"Como cuatro vivimos cerca, nos quedamos para hacer relaciones diez minutos; el resto del staff se había ido. Cuando estamos subiendo al segundo piso por las escaleras, le digo a Ariel, el cantante que esperara un ratito que nos iban a armar una mesa para tomar algo y cuando me doy vuelta vemos que se viene todo abajo", reseñó.

"Ahí habría menos de trescientas personas, calculo. El lugar está habilitado para cuatrocientas personas", precisó.

“Se cayó todo el techo entero. Toda la plataforma donde estaba la gente en el VIP se vino toda abajo, menos la escalera donde estábamos nosotros. Fue un desastre total, aparte el ruido fue algo que no me lo voy a olvidar nunca. Aparte, cuando sabés que abajo había gente es algo horrible. Nunca nos quedamos a oscuras total", aclaró.

Los gritos, la gente golpeando a patadas las paredes, los que estábamos calmados apartando el techo para sacar a la gente, fue terrible. La tragedia pudo haber sido muchísimo peor. Estamos todos shockeados”, puntualizó en Magdalena Tempranísimo.