Continúan las repercusiones por el derrumbe del entrepiso en el boliche Beara Lounge Club, que causó la muerte de dos personas y heridas de diversa índole a otras veinte.

El tema renueva el debate sobre los controles que realiza el Gobierno porteño.

Durante 2010, el lugar fue inspeccionado nueve veces este año y superó todos los controles, aunque anteriormente había sido clausurado dos veces porque era utilizado como disco, cuando sólo estaba habilitado como café – bar. Ante eso, se le permitió sólo organizar fiestas privadas.

Por ello, el eje de debate es que en ese local se cobraba entrada, algo no permitido para esa categoría.

También se sospecha que había más de trescientas personas, contra las ciento veinte para las cuales tenía permiso.

Minutos antes del siniestro, había tocado el grupo de cumbia Nueva Dimensión, cuyo líder es el ex integrante de Ráfaga Ariel Pucheta.
Los testigos aseguran que, durante el show, los asistentes saltaban y el entrepiso del VIP se movía, por lo que los patovicas tuvieron que pedir a quienes estaban ahí que se calmasen.

Por Continental, el director de la Agencia Gubernamental de Control porteña ratificó que “los peritajes definirán si hubo fallas de los materiales o sobrecarga de la estructura que se derrumbó”.

En Antes Que Mañana, Javier Ibáñez reconoció que el Beara “había sido clausurado en dos oportunidades”, algo que no figura en la página web “Salí seguro”, del Gobierno porteño.

Ambas ocurrieron el año pasado y una de ellas fue por tener personas bailando, cuando en realidad estaba habilitado como café-bar. “En ese lugar no estaban habilitados para cobrar entradas”, añadió.

Por otra, parte, Ibáñez, quien reemplazó a Oscar Ríos tras el derrumbe del gimnasio de Villa Urquiza, criticó las decisiones de la Justicia, “que en varias oportunidades revoca las multas que se imponen. Esas acciones son las que debilitan al ente controlador”, alegó.