Llegamos a las últimas cuatro carreras del mundial más caliente desde 2012. En el circuito más corto (sacando la anormalidad de Mónaco), con un Sector 2 revirado que no tiene nada que ver con los otros dos, muy rápidos, con sólo dos frenadas fuertes en todo el circuito (la de la Curva 3 y la de la recta principal). La tracción es clave en el segundo sector, donde se puede sacar la ventaja en el tiempo de vuelta, y el empuje de la planta impulsora de Honda en la módica altura de Interlagos puede ser la segunda clave de una superioridad de Red Bull este fin de semana. Ya Lewis Hamilton se cura en salud, como es su costumbre, diciendo que el coche austríaco es "claramente mejor"; esto nunca significa resignación en el heptacampeón, sino mentalización para luchar más duro.

Con el correr de las décadas, el circuito quedó en el medio de la megalópolis paulista, y eso lo hace un circuito tan sucio en el inicio del fin de semana como un semipermanente al estilo de Australia o Canadá. El detalle cobra mayor importancia, pues los autos tendrán sólo una sesión de sesenta minutos desde las 12.30 de nuestro país para 'setear' el auto, antes de entrar en parque cerrado para la Qualy de esta tarde (a las 16). El sábado, a las 12, segunda práctica libre (testearán el rendimiento de los neumáticos para determinar la estrategia de carrera), y a las 16.30 de la Argentina la 'Clasificación al Sprint' que embelesa a Stefano Domenicali y aburre a toda la F1; este año habrá sólo tres, el año que viene habrá muchas más, Dios libre y guarde.

Luego, en la carrera de verdad, parar dos veces en boxes parece la estrategia más rápida, con gran influencia del undercut para superar a rivales difíciles de pasar en pista. También habrá que tener en cuenta la posibilidad de lluvias, nunca del todo ausentes en la zona: en torno a 1m16-17s se impodrán los neumáticos Intermedios; desde 1m24-25s comenzarán a tallar los de Lluvia Extrema; por encima del 1m38s parece imposible girar con estos Cinturato de Pirelli cada vez más rociadores de spray: las gomas permiten que un auto (solo) corra mucho mejor en mojado que un auto de hace 15 o 20 años pero el agua que tira hacia atrás hace imposible ver nada decenas de metros para atrás. Pregunta: ¿no sería mejor que expulsaran mucho menos agua y que se pudiera correr mucho más? La FIA ya está trabajando en carenados traseros para limitar el fenómeno, que este año dio un escándalo histórico en Spa.

En la carrera de 2019, el Duro no funcionaba. Pero Pirelli trae este año, como ya contó Continental Web, su secuencia media de compuestos (2,3 y 4), y ahora la incógnita es saber cuánto durará el compuesto más blando de este fin de semana (el 4). El Sprint del sábado dará un buen indicador: ¿habrá valientes que salgan con el Blando a ver si aguanta 24 vueltas? En este contexto, la estrategia más potable parece una de dos stints con el Medio y uno con el Duro. El Sector 2 parece demasiado arduo para prolongar el uso del Duro, y se puede perder tiempo al final.