Difícil comentar el zafarrancho que fue el GP de Catar de F1, ganado incuestionable pero estrechamente por Max Verstappen, flamante tricampeón del mundo. 

Y loor y gloria para el equipo técnico de McLaren, que arrancó con un auto incomprensible, casi el peor de la parrilla, pero desde España, y más evidentemente desde Austria, ha ido domando y mejorando el peor auto de la parrilla al inicio del año (peleándose con Alpine en ese momento) que se ha convertido en el final de la temporada en el segundo mejor auto de la parrilla.