Max Verstappen ganó con las manos en los bolsillos el Gran Premio de Hungría de F1, largando desde el décimo puesto. Russell hizo posible la hazaña del neerlandés con su sólida carrera defendiendo la punta; Ferrari propició la victoria del campeón del mundo con sus decisiones estratégicas (si no, hubiera sido podio para Max). Resultado: Ferrari perdió otros 23 puntos en el Campeonato de Constructores.