La FIA prepara medidas más estrictas para conjurar el porpoising en 2023. La entidad rectora del deporte motor prevé que el problema se agrave el año próximo, ya que la carga aerodinámica mejorará sustancialmente, tras un año de desarrollo con el nuevo concepto de auto.

El Comité Técnico Asesor alerta que, asimismo, el llamado ‘marsopeo’ recrudecerá en el segundo semestre de 2022, ya que tocan varios circuitos propicios a los saltos provocados por el efecto suelo. En este sentido, la FIA subraya que las medidas a corto plazo, que se implementarán desde el GP de Bélgica no son necesariamente la solución de largo plazo.

Desde Spa, los patines del suelo deberán ser más rígidos y la FIA dará precisiones sobre cómo se medirá su desgaste. Además, se implementará la tan cacareada “métrica” límite para la cantidad de rebotes por minuto. Esto último comenzará a ser sondeado por los equipos desde el GP de Francia, que se corre el siguiente fin de semana (el 17 será el único domingo sin F1 en julio). Para 2023, ya se pedirá levantar 25 milímetros los bordes del suelo y elevar la parte central del difusor. Además, serán más severos los test de flexión lateral de suelo y se usarán sensores más precisos para visar la oscilación aerodinámica.

Asimismo, el año próximo habrá medidas más estrictas para la barra antivuelco, tras el espeluznante accidente protagonizado por Guanyu Zhou en el GP de Gran Bretaña. La FIA introducirá "medidas más estrictas" en las reglas del arco antivuelco para 2023 tras el accidente sufrido por Guanyu Zhou en la salida del Gran Premio de Gran Bretaña.