Ferrari ha hecho oficial que Mattia Binotto renunció a la jefatura de su equipo de F1 desde el 31 de diciembre. John Elkann, actual patriarca de la familia Agnelli, le quitó la confianza tras el Gran Premio de México, aunque en realidad las charlas con candidatos a sustituirlo vienen del verano boreal (más o menos desde el derrumbe de Ferrari en Hungría). 

“Con el pesar que esto conlleva, he decidido concluir mi colaboración con Ferrari. Me voy de una empresa que amo, de la que formo parte desde hace 28 años, con la serenidad que da el convencimiento de que me he esforzado al máximo para lograr los objetivos marcados. Dejo un equipo unido y en crecimiento. Un equipo fuerte, listo, estoy seguro, para lograr los más altos objetivos, y al que deseo todo lo mejor para el futuro. Creo que es acertado dar este paso en este momento tan duro como ha sido para mí esta decisión", declaró el ingeniero suizo.

Ferrari pretende anunciar al nuevo jefe lo antes posible. Sin embargo, es evidente que la decisión de Binotto los agarra con los calzones bajos: ya Andreas Seidl (McLaren) y Christian Horner (Red Bull) rechazaron los tanteos de Maranello y, como mínimo, hay descoordinación de movimientos en la Scuderia.

El candidato a nuevo jefe de equipo es Frédéric Vasseur, cuya salida de Alfa Romeo fue anunciada por Audi (nueva dueña del equipo Sauber) para 2024. Parece el centro de una conspiración liderada por Nicholas Todt, hijo de Jean, representante de Leclerc y confundador de la escudería ART junto a Vasseur.

El jefe del programa de Gt de Ferrari, Antonello Coletta, suena al menos como jefe interino hasta que se logre alguna definición. Si es que ese interinato no es asumido por Benedetto Vigna, actual director ejecutivo que ya venía manejándose como jefe de equipo después de Abu Dhabi. 

Queda la incógnita por el rendimiento del coche 2023, aquel que estaba planeado para volver a pelear campeonatos. Este año el objetivo era ganar carreras, pero el fracaso del auto de Mercedes dejó a los italianos peleando el campeonato con Red Bull y Max, una compulsa que no podían ganar nunca. 

Sin embargo, la pésima gestión de carrera del equipo (sobre todo, los dislates estratégicos que hicieron perder decenas de puntos y hasta victorias cuando el equipo todavía daba lucha) fue la que detonó el clamor contra Binotto. 

Ahora, inexorablemente, el equipo de ingenieros Made in Ferrari que formó y lideró Binotto se desarmará. Ya se habla de al menos cuatro equipos que quieren contratar a Binotto y toda la data para el coche de 2023. Y Ferrari encarará el que, al menos es el objetiv, será su mejor auto en quince años con un equipo en reforma: ¿será este detalle el ápice de un nuevo fracaso clamoroso o el auto nuevo le dará al jefe que llegue los lustres de un título que ha ido labrando en los últimos tres años?

Otro apasionante motivo para ver la F1 en 2023.