El suspendido fiscal José María Campagnoli insistió por Continental en que la Argentina está pasando por “un Estado totalitario”. En La mirada despierta, aventuró que la decisión de la Procuraduría de mandar a colaboradores suyos a trabajar en un archivo para, presuntamente, impedir que sigan boicoteando causas políticamente "suena como una represalia" por su investigación por el caso del empresario kirchnerista Lázaro Báez, y lo calificó como "un escalón más en esta locura".

"Están mandando a una especie de sótano, de archivo, a un grupo de colaboradores brillantes, que tienen títulos, un lugar para archivas causas. A este atropello hay que denunciarlo", bramó el fiscal suspendido por inmiscuirse en causas investigadas por otro fiscal y por firmar, presuntamente, un dictamen redactado por abogados del Grupo Clarín.

Señaló también que el caso de Lázaro Báez y el de Amado Boudou, "son dos casos que preocupan bastante al Gobierno. Yo me limité a ser fiscal, y no es gratis, eso tiene sus consecuencias. Voy a reclamar hasta último momento que se reponga mi cargo", prometió Campagnoli.