En 2017 la iniciativa que también contiene otros artículos como ampliar el régimen de vacaciones a 30 días, la recategorización obligatoria por jubilación y la creación de más de 18 tipos de licencias, fue presentada en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires y esta semana, siete años después, fue registrado por el mismo Ministerio.

En una conferencia de prensa brindada en el Centro de Operaciones y Monitoreo, el intendente de General Pueyrredon Guillermo Montenegro brindó detalles del convenio colectivo que impulsó el exintendente de la ciudad con el Ministerio de Trabajo en 2017, y que fue registrado siete años después.

Montenegro explicó que “en 2017, el exintendente Carlos Arroyo y el Sindicato de Empleados Municipales firmaron un convenio colectivo que fue presentado en el Ministerio de Trabajo para su homologación. Siete años después, por esas casualidades de la vida, el último jueves el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires registró el mencionado convenio”.

El funcionario detalló que, entre otros puntos, el convenio “establece que el puesto de los empleados municipales son hereditarios a favor de su pareja o hijo mayor. Es decir, genera una especie de título nobiliario municipal. Además incorpora la imposibilidad de trasladar a un empleado si eso afecta el principio de unidad familiar, menoscabe su dignidad o se lo afecte moral o materialmente, una recategorización obligatoria: para que cuando un trabajador esté a tres años de jubilarse, se lo tenga que subir una categoría de su cargo y, si esa categoría no existe, se invente una especial”, agregó.

Además, Montenegro explicó que la iniciativa también incorpora “la modificación del régimen de vacaciones para que en el primer año de trabajo le correspondan 30 días de vacaciones. Es decir, estamos hablando de más del doble de días de vacaciones que cualquier trabajador del país”, y establece “un aporte solidario y contribución patronal a través del cual los trabajadores -estén afiliados o no- tienen que aportar un 0,5% de su remuneración, y el Municipio además debe aportar el 1% de la masa salarial para el sindicato. Esto es plata de los vecinos, ¿les parece bien usar plata de los vecinos para financiar al sindicato? Una cosa es que quien quiera estar afiliado haga su aporte, no vamos a discutir esto, pero otra es obligar que todos los marplatenses tengan que poner de sus impuestos para hacer un aporte a una estructura sindical. Además establecen 18 tipos de licencias, bonificaciones por refrigerios, y otro tanto de pedidos que realmente resultan de lo más insólito”, señaló.