El modo de fetichismo denominado cuckolding consiste en que una persona disfrute viendo a su pareja tener sexo con otra persona. Según un informe de The Independent, las búsquedas de "cuckolding" en Google habían alcanzado un máximo, y según Google Trends, el Reino Unido es el segundo país, después de los Países Bajos, en el que se busca esa modalidad.

¿Por qué le gusta a alguien el cuckolding? Como ocurre con cualquier fetichismo sexual, es difícil determinar una razón concreta, pero los psicólogos han sugerido que los celos sexuales -y la excitación por ellos- podrían estar relacionados con la biología, indica un informe de Esquire.

En su libro Insatiable Wives (Esposas insaciables), el psicólogo David Ley esboza la posibilidad de que ver a tu mujer con otro te excite para poder competir y "vencer" a su esperma para la fecundación "Esta fantasía ha existido desde que existe el matrimonio y la sexualidad", dice, señalando que las referencias a esta afición existen desde el siglo XIII.

"Pero hoy en día oímos hablar cada vez más de ello, y cada vez más gente rechaza el estigma social contra esta fantasía". Pero otros señalan que este tipo de explicaciones biológicas del fetichismo no pueden dar cuenta de los complejos factores sociales que también pueden alimentar el gusto por estas experiencias.

En su libro Tell Me What You Want: The Science of Sexual Desire and How It Can Help Improve Your Sex Life (Dime lo que quieres: la ciencia del deseo sexual y cómo puede ayudarte a mejorar tu vida sexual), Justin Lehmiller encuestó a miles de estadounidenses y descubrió que el 58% de los hombres y alrededor de un tercio de las mujeres habían pensado en el cuckolding.

"Los hombres son más propensos a fantasear con el cuckolding, y lo hacen más a menudo, pero hay un número de mujeres que tienen estas fantasías también, lo que apunta a la necesidad de más investigación centrada en los deseos de cuckolding de las mujeres", dijo Lehmiller a CNN Health en 2018.

Según la recopilación de datos de Esquire, el doctor David Ley cree que las personas se sienten atraídas por la fantasía porque representa un tabú. "En una sociedad o cultura que idealiza la monogamia, la fantasía del cornudo es una narrativa actual que está disponible para que la gente conceptualice sus fantasías sexuales", explicó.

Lay además, explicó que no encontró ninguna razón para disuadir a las personas de fantasear con la cornudez hasta embarcarse en ella. "En general, nuestra investigación encontró que, en su mayor parte, el cuckolding tiende a ser una fantasía y un comportamiento positivo", dijo a la CNN. "No parece ser una prueba de perturbación, de una relación insana o de desprecio por la pareja".

La autora del artículo de Esquire cuenta varias experiencias personales, pero destaca una de ellas: "Yo solía ver regularmente a unos cuantos chicos para que me dieran azotes y practicaran el BDSM, y en algunas ocasiones mi novio se sentaba fuera en el coche hasta que yo terminaba, completamente golpeada y dispuesta a contarle todos los detalles de lo que había pasado dentro". Sobre gustos...