En Argentina, en el 2012 se vendieron 55 millones de botellas de espumosos y ya se consolidan como los únicos vinos en botella que mostraron un acelerado y sostenido crecimiento, fenómeno que se debe principalmente a las nuevas tendencias de consumo, según afirman los expertos.

Los jóvenes y las mujeres fueron grandes impulsores de este giro en el tipo de compras y, junto con los restaurants y boliches bailables, fueron los factores más influyentes para hacer despegar la industria de los espumantes.

Entre los años 2002 y 2012, la comercialización de vinos espumantes aumentó un 170% a nivel mundial, crecimiento que se traduce en un promedio del 11.7% anual, según indica un informe realizado recientemente por International Wine & Spirit Research (IWSR).

Fernando Tedín Uriburu, presidente de la Bodega Premier Wines, líder en la provisión de servicios de fasón en Argentina, aseguró al respecto que "a nivel nacional, el 84% del mercado corresponde a espumantes secos" y detalló que "el mayor crecimiento se verifica en los espumantes dulces, cuyas ventas han crecido un 126% entre 2002 y 2012".

Otro sector que escaló posiciones en los últimos años es el de los vinos rosados, que han agregado una nueva categoría, en especial entre el público femenino.

Entre los factores que contribuyeron a la masificación del consumo está el bajo costo de los vinos de la categoría espumante. "Si bien hay de diferentes categorías, el precio promedio de las botellas más económicas es de $20, lo cual acerca un producto de lujo a la mesa cotidiana", señaló Tedín Uriburu.

Durante el 2012, Argentina produjo 417.000 hectolitros, de los cuales 48.000 fueron exportados. De esta producción, según cifras provenientes del Instituto Nacional de Vitivinicultura, 150 bodegas fueron los responsables de esta cantidad.

Cuanto a las exportaciones, durante el año 2012, la Argentina tiene una facturación de USD 22,9 millones, acumulando un total de 465.449 cajas de 9 litros, a un precio promedio de USD 49,20 por caja. En comparación con 2011, Argentina creció un 8% en términos de volumen de ventas y un 13% en volumen.

Por su parte, Pablo De Corral, director de la marca de espumantes Cumbres Andinas, sostuvo que: "el consumidor actual busca productos más frescos, livianos y menos calóricos, conocidos como 'vinos ligeros', que son elaborados con uvas inmaduras, con menos cantidad de azúcar y menos alcohol, que son fáciles de beber y se disfrutan en un ambiente distendido".

Los jóvenes han sido el principal motor del consumo en la Argentina y el mundo. "Ellos no tienen miedo de desafiar los estereotipos tradicionales", consideró el director de Cumbres Andinas. Además, De Corral remarcó que "estas bebidas tienen la capacidad de captar a consumidores de otras bebidas alcohólicas y son una alternativa para situaciones de consumo diferentes a las tradicionales".

A su vez, entre los años 2002 y 2012, la comercialización de vinos espumantes aumentó un 170% a nivel mundial, crecimiento que se traduce en un promedio del 11.7% anual, según indicó un informe realizado recientemente por International Wine & Spirit Research (IWSR).

El informe de la IWSR revela además que este incremento en el consumo se dio en 4 de los 5 mercados más grandes como Italia, Francia, Rusia y Alemania.