La primera reunión de la paritaria, llevada a cabo el miércoles de la semana pasada, ocurrió sin mayores sobresaltos. Sin embargo, este miércoles las tensiones aumentaron, luego de que las cámaras le propusieran a los representantes de los trabajadores un aumento del 81% en vez del 131% que habían pedido. Como se preveía, la reunión terminó sin acuerdo, ya que los camioneros rechazaron la propuesta.

“Tomen, empiecen a llorar”, comentó irónicamente Pablo Moyano, referente sindical de los camioneros, mientras señalaba unas servilletas y se dirigía hacia los empresarios. 

Durante la reunión de hoy, los ánimos empezaron a tensionarse. La charla duró media hora debido a la falta de coincidencia en los números. Tras rechazar la propuesta empresaria, Moyano repitió algunos de los argumentos que ha planteado desde el inicio de la paritaria, en donde se enfoca en el esfuerzo que hicieron los camioneros durante la pandemia. "Pusieron el cuerpo en la primera línea”, planteó, y recordó a los fallecidos por covid-19 entre 2020 y 2021.

Sin embargo, antes de comenzar las reuniones la semana pasada, Moyano ya había dejado en claro en los medios que pediría un aumento superior al 100% para ganarle a la inflación. En caso de que no se cumplieran sus expectativas, aseguró que el paro del sindicato de los neumáticos, que sacudió al país y casi frenó la producción de vehículos, iba a ser “un poroto” en comparación con las medidas de fuerza que estaban dispuestos a impulsar. 

La preocupación tanto del Gobierno como de los empresarios sobre la situación es evidente, ya que puede haber una posible escalada del conflicto. De acuerdo con los empresarios para Infobae, su intención es llegar a un acuerdo lo antes posible, tomando en cuenta el contexto de conflictividad social y sindical por la altísima inflación, que a fin de año alcanzaría el 100 por ciento. Sin embargo, llegar a un acuerdo lo ven complicado por la postura “muy combativa” que, dijeron, adopta Moyano, hoy aliado a La Cámpora.

De igual manera, temen que cuando los camioneros se junten con Kelly Olmos, la nueva ministra de Trabajo, para “congraciarse” con los gremios y evitarse cuestionamientos del ala dura del Gobierno, privilegie a los trabajadores.