Este lunes, la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, recibirá en la sede de la cartera laboral en Alem al 650 al Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona). La agrupación de gremios K reclama un bono de fin de año, además de una mejora en las asignaciones familiares. 

 Desde octubre, Olmos había asegurado que estaba “en la mesa de negociación” el pago de un bono de fin de año para los trabajadores registrados, teniendo como objetivo morigerar el impacto de la inflación. Sin embargo, no se había concretado ninguna reunión.

Asimismo, el presidente Alberto Fernández también había dejado la puerta abierta a la posibilidad de otorgar un bono o suma fija ante la presión constante de distintos sectores. “Tenemos que ver con cuidado el tema de un bono, el tema es cómo hacerlo, tendría que tener en cuenta dónde hacer el corte, no es un tema fácil de resolver, es un tema en estudio, todavía no tomamos definiciones”, aseguró el mandatario en declaraciones a FutuRock.

Las fuertes presiones por un bono o suma fija en las últimas 72 horas

Durante el acto que organizó la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en Pilar el pasado viernes, la vicepresidenta Cristina Kirchner agudizó las presiones sobre el pago de un bono de fin de año. Es necesaria una suma fija que vuelva a darle capacidad al salario de los trabajadores”, aseguró la funcionaria. Además, aprovechó la oportunidad y le envió un mensaje al presidente: “Es el Gobierno el que tiene que terciar en la distribución del ingreso”.

De igual manera, el nuevo titular del gremio, cercano a los K, Abel Furlán, había pedido directamente que “el gobierno peronista ayude a resolver la puja distributiva, con un bono que vaya directo al trabajador. Se lo pedimos al señor Presidente”, ya que “con esta inflación, no va a haber paritarias que pueda resolver”.