El represor Luciano Benjamín Menéndez recibió otra condena a prisión perpetua. Se la aplicó un tribunal de La Rioja por delitos de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura en esa provincia.

A la misma pena fueron sentenciados otros dos represores, el ex vicecomodoro Luis Fernando Estrella y el ex comisario Domingo Benito Vera.

Es por el homicidio calificado de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, perpetrados en julio de 1976 en la localidad de Chamical.

El ministro de Gobierno de La Rioja, Felipe Álvarez, afirmó que el fallo judicial por el caso de los Mártires de Chamical posee un doble valor, porque satisface el reclamo de las víctimas y contribuye a la consolidación de la memoria colectiva sobre el horror de aquellos años y, en esa medida, concurre al fortalecimiento del sistema democrático”.

Álvarez destacó el profundo significado que las condenas tienen para la provincia de La Rioja, dado que “las muertes de los curas Longueville y Murias, tanto como la del obispo Enrique Angelleli (acaecida pocos días después de la de los dos sacerdotes) dejaron una profunda herida en todo el pueblo, pero particularmente en los sectores más humildes, a quienes ellos destinaron especialmente su tarea pastoral”.

Por último, el ministro riojano sostuvo que “resulta ineludible enmarcar la resolución judicial en la firme política implementada por Néstor y Cristina Kirchner en materia de protección de Derechos Humanos y persecución y castigo de sus violaciones, ya que con ella se ha contribuido decisivamente a superar la impunidad de la que gozaron los genocidas durante tantos años”.