Un ex militar y ex policía de 78 años, identificado como Michael Stephen Bowden, fue detenido en Carolina del Sur por haber amenazado con asesinar a Barack Obama.

Bowden, que sirvió cuatro años en la Armada y también había sido policía en Nueva York, fue detenido después de haber contado a una enfermera en un hospital para veteranos en Spartanburg que estaba "pensando en viajar a Washington para disparar al presidente porque no hacía lo suficiente para ayudar a los afroamericanos".

El detenido hizo estas afirmaciones el 16 de noviembre cuando se sometió a un reconocimiento médico rutinario y fue preguntado por una enfermera especializada en salud mental si había tenido alguna vez pensamientos de suicidio.

"Sí me gustaría disparar al presidente y después a mí mismo", respondió, según consta en la declaración jurada de Bowden. Una prueba médica a la que se sometió el ex militar en abril de este año concluyó que el detenido tenía tendencias suicidas. La enfermera alertó al Servicio Secreto sobre las amenazas.

Al día siguiente, el Servicio Secreto acudió a la casa de Bowden, quien es de raza blanca y no negó en ningún momento las amenazas, sino que colaboró con las autoridades. "Si tuviera la oportunidad de poner a Obama contra la pared y dispararle lo haría", admitió.

El ex militar admitió haber dicho a la enfermera que si pudiera matar a alguien "asesinaría, si pudiera, al presidente por lo que ha hecho a este país", según relata el agente especial Mrk. Booth en su informe al Tribunal Federal de Carolina del Sur.

En el registro de la casa, que Bowden comparte con su esposa y con su hijo Kerry, el Servicio Secreto encontró tres pistolas semiautomáticas y un rifle semiautomático cerca de la cama de Bowden, un rifle con cañón corto en la puerta principal de la casa y nueve rifles, dos escopetas y una pistola en la habitación de su hijo.

"Todas las armas estaban cargadas, con balas en la recámara y munición al alcance", de acuerdo con el Servicio Secreto.