Un nueva tragedia sacude a Estados Unidos. Una mujer asesinó a seis personas en una escuela privada de primaria en las afueras de Nashville (Tennessee). Entre los fallecidos hay tres niños que estudiaban en el colegio, Covenant School, un centro que da clases desde preescolar hasta sexto grado (11-12 años).

 Los tres adultos fallecidos eran empleados del colegio. La atacante, que tenía 28 años, murió por disparos de los agentes de la Policía que acudieron tras llamadas de emergencia.

El tiroteo ocurrió pasadas las diez de la mañana del día de hou. En la avalancha de tragedias por armas en EE.UU., es excepcional que sus autores sean mujeres, como ha ocurrido en este caso. Según datos de The Violence Project en 2021, el 98 por ciento de los tiroteos masivos los protagonizan hombres.

«En este momento sabemos que la atacante es una mujer y parece que en edad adolescente, su identificación no está confirmada», aseguró en un primer momento el portavoz del Departamento de Policía de Nashville, Don Aaron. Después, el propio departamento confirmó que la mujer tenía 28 años y era de Nashville.

Según explicó Aaron, la joven entró en el centro escolar por una puerta lateral y abrió fuego tras subir al segundo piso.

“Los agentes acudieron a los disparos”, relató Aaron. «Llegaron al segundo piso y vieron a un atacante, una mujer. Era una unidad de cinco miembros que llegó hasta ese lugar».

El tiroteo comenzó pasadas las diez de la mañana y acabó catorce minutos después, cuando los agentes dispararon a la autora, que falleció. Además de las víctimas mortales, el tiroteó dejo cinco heridos, tres niños y dos adultos. Los menores que murieron fueron transportados de urgencia al hospital infantil Monroe Carell Jr. de Vanderbilt, pero fueron declarados muertos después de llegar al centro médico.

La atacante iba armada con dos rifles de asalto y una pistola. Los rifles de asalto, armas de estilo militar, están en el centro del debate político de EE.UU., convertidos en un símbolo de libertad para parte del país y en un factor que propicia este tipo de matanzas para otra parte, que exige que se regule al máximo su acceso o que incluso se prohíba su venta.

Esta última posición es la que defiende el presidente de EE.UU., Joe Biden, y buena parte del Partido Demócrata. La primera dama, Jill Biden, que ha sido y es profesora, no tardó en reaccionar a la tragedia. «Mientras estuve en este sala, no sé han vistos sus teléfonos, pero nos acabamos de enterar de que ha habido otro tiroteo en Tennessee, un tiroteo en un colegio, y estoy sin palabras”, dijo en medio de un acto en Washington. «Nuestros niños se merecen algo mejor”.

En lo que va de año, se han producido tres tiroteos en centros escolares de EE.UU., un país donde el debate sobre las armas volvió a agitarse con fuerza hace menos de un año, con la tragedia de la escuela de primaria de Uvalde (Texas), en la que fallecieron 21 niños. La resaca de aquella matanza provocó cambios mínimos en los controles para adquirir armas de gran calibre y la oposición de los republicanos a limitar el acceso a fusiles de asalto sigue siendo infranqueable.

En lo que va de año, se han producido 129 tiroteos masivos en EE.UU., según el recuento de Gun Violence Archive, mientras que el año pasado el total fue de 647. Esta organización considera un tiroteo masivo cualquier incidente en el que mueren o resultan heridos al menos cuatro personas.

La peor tragedia con armas de fuego en lo que va de año se registró en enero en Monterey Park (California), en la que un hombre de 72 años mató a 11 personas e hirió a otras nueve en una sala de baile. Dos días después, en ese mismo estado, otro hombre mató a siete personas.