Se trata de una prisión de máxima seguridad, y los seis fugados, justamente estaban catalogados como de "alto riesgo de fuga". Parece que la cárcel no era tan segura, si las advertencias sirvieron de mucho. Se escaparon con un cuchara.

Abrieron un hueco en el suelo del baño de la celda que compartían y cavando un túnel que conducía a un campo justo fuera de los muros de la prisión. Imágenes y videos divulgados por la prensa israelí muestran a funcionarios inspeccionando un pequeño agujero debajo de un lavamanos y otro en medio de un terreno baldío junto a los muros de la prisión.

De acuerdo con el Jerusalem Post, los palestinos habrían usado para cavar una cuchara oxidada que ocultaban detrás de un afiche. Esta tarea les habría requerido al menos dos meses.

Arik Yaacov, uno de los responsables del Servicio de Prisiones de Israel, dijo que después de salir de su celda a través de un hueco, los prófugos usaron unos pasadizos subterráneos que se formaron durante la construcción de la cárcel para lograr escapar de la misma.

De acuerdo con la prensa israelí, el grupo de fugados está conformado por un antiguo líder de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa y cinco miembros de la Yihad Islámica.

Cuatro de ellos estaba cumpliendo sentencias de cadena perpetua por haber planificado o ejecutado ataques mortales contra israelíes y otro estaba bajo una orden de detención especial, reseñó Reuters.

El sexto, Zakaria Zubeidi, excomandante de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, estaba a la espera de sentencia tras haber sido detenido y juzgado en 2019 por su supuesta participación en ataques contra ciudadanos de Israel.

El primer ministro de Israel, Naftalí Bennet, dijo en un comunicado que este es "un incidente grave que requerirá el esfuerzo conjunto de todas nuestras fuerzas de seguridad".

La Yihad islámica y Hamás, por su parte, se refirieron al episodio como un acto "heroico", ejecutado por los militantes palestinos.