Según las investigaciones, una banda criminal compuesta por entre 20 y 30 delincuentes fuertemente armados robó tres sucursales bancarias en el centro de la ciudad brasileña de Aracatuba, estado de São Paulo, y dejaron al menos tres muertos y tres heridos

Con rehenes atados a los techos y al frente de sus autos como escudos humanos, los delincuentes intentaron escapar. Además, esparcieron explosivos y prendieron fuego a vehículos para retrasar la llegada de la Policía.

Entre los fallecidos se encuentran dos civiles y un delincuente. Las fuerzas de seguridad detuvieron a dos sospechosos y han instado a la población a no salir de sus hogares hasta que la situación esté bajo control, ya que los explosivos podrían estallar.

El alcalde de Araçatuba, Dilador Borges, dijo que la policía había tenido problemas para intervenir mientras se desarrollaba el ataque. "La policía no puede atacar, no puede enfrentarlos porque hay demasiadas vidas en juego", explicó en una entrevista televisiva.

Los robos bancarios a gran escala se han vuelto más frecuentes en los últimos años en Brasil y los rehenes son usados como escudos humanos. En 2017, delincuentes tomaron el control de varios puntos estratégicos de la ciudad, atacaron comisarías y bloquearon carreteras como parte de su robo a una empresa de seguridad privada.