En una nota, Napolitano dio su disponibilidad para que, como le habían pedido durante la mañana las fuerzas políticas, pueda ser votado como candidato en la sexta votación que comenzará en breve en una sesión conjunta del Parlamento, que desde el jueves ya hizo cinco intentos fallidos de elegirle un sucesor.

La incapacidad de elegir al presidente profundizó la crisis política e institucional que vive Italia, que está sin gobierno desde las elecciones sin claro ganador de febrero pasado.

El Partido Democrático (PD), del líder Pier Luigi Bersani, fue el más votado en la Cámara de Diputados, pero la agrupación de centroizquierda no logró la mayoría necesaria en el Senado como para que su líder sea investido como primer ministro.

Las negociaciones entre los partidos para intentar formar gobierno -en las que el presidente juega un importante rol pese al carácter fundamentalmente protocolar de su cargo- no dieron ningún resultado, y los líderes políticos debaten la convenciencia o no de celebrar nuevos comicios.

"Consciente de las razones que se me presentaron, y en el respeto de las personalidades que hasta ahora se sometieron al voto para las elecciones del nuevo jefe de Estado, considero que tengo el deber de ofrecer la disponibilidad que se me pidió", escribió Napolitano en una nota, informó la agencia de noticias EFE.

Es muy probable que el jefe de Estado, que cumplirá 88 años en junio y cuyo mandato terminaba el 15 de mayo, consiga la mayoría absoluta en la sexta votación y sea reelegido por otros 7 años.

Napolitano, que en numerosas ocasiones había manifestado su voluntad de no representarse, entre otras cosas por motivos de edad, aceptó su posible reelección explicando que no puede no asumirse esta responsabilidad ante la Nación.

"Me mueve en estos momentos el sentimiento de no poder sustraerme a esta responsabilidad hacia el país, esperando que a ésta le corresponda una análoga y colectiva asunción de responsabilidades", agregó.

Napolitano recibió hoy a Bersani, a pesar del anuncio de su dimisión que presentó ayer como líder del PD; a Silvio Berlusconi, líder del Pueblo de la Libertad; al presidente del Gobierno en funciones, Mario Monti y miembros de su partido, Elección Cívica, así como a otros partidos.

En una nota se explicó que "todos los interlocutores expresaron la convicción que ante la grave situación que se creó durante las elecciones para el nuevo jefe de Estado es urgente que el Parlamento dé ejemplo de unidad y cohesión nacional".

Y que todos ellos dirigieron a Napolitano "un caluroso llamado para que reconsidere las razones por las que en más de una ocasión indicó que no está disponible a una reelección".