En Costa Rica, los habitantes de la capital, San José, están estos días viviendo una pequeña revolución: las autoridades han empezado a rotular con nombres las calles de la ciudad. Intentan así cambiar el actual sistema que asigna números a las avenidas y que ocasiona todos los años unas pérdidas económicas superiores a los 550 millones de euros. 

Por tal motivo, ha empezado a señalizar con nombres las calles para evitar que los residentes tengan que citar sitios locales muy conocidos, como cadenas de comida rápida o gasolineras, cuando facilitan direcciones.

Trabajadores municipales colocarán alrededor de 22 mil placas en las calles y esquinas de la ciudad de 1.4 millones de habitantes, donde el actual sistema informal es tolerado por los residentes, pero para la oficina de correos y los visitantes es un dolor de cabeza.

"Mi actual dirección es 200 metros al norte de Pizza Hut, y después 400 metros al oeste, pero en unos pocos meses seré capaz de dar un nombre propio de la calle y un número", dijo el alcalde de San José, Johnny Araya, durante una ceremonia donde se colocó la primera placa.