Jair Bolsonaro dio fin a su silencio luego de los resultados de las elecciones el domingo. El mandatario brasileño no hizo referencia a su derrota, pero igualmente reivindicó su postura como líder derechista. Tampoco mencionó a su rival victorioso Lula da Silva.

“Quiero comenzar agradeciendo a los 50 millones de brasileños que votaron por mí”, inició el mandatario brasileño desde el Palacio de la Alvorada. Señaló que siempre fue rotulado de manera errónea como antidemocrático y aseguró que “seguirá cumpliendo todos los mandatos de la Constitución”.

A su vez, el actual presidente brasileño aseguró que será siendo el líder de millones de brasileños que como él, defienden la libertad económica, la libertad religiosa, la libertad de opinión, la honestidad y los colores verde y amarillo de la bandera de Brasil.

Desviándose sobre los últimos bloqueos de camioneros en varias carreteras del país, afirmó que estos son fruto de la “indignación” y “el sentimiento de injusticia” por su derrota en las elecciones presidenciales.

Bolsonaro indicó que “las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas”, pero reforzó que sus métodos “no pueden ser los de la izquierda, que siempre perjudicaron a la población, como la invasión de propiedades, la destrucción de patrimonio” y no permitir “el derecho de ir y venir”.