El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, expresó su descontento con las declaraciones del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en las que comparó las acciones de Israel en la Franja de Gaza con el genocidio nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Katz manifestó su indignación y afirmó que Lula no sería bienvenido en Israel hasta que se retractara de sus comentarios.

Las declaraciones de Lula también provocaron una fuerte respuesta del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien acusó al expresidente brasileño de trivializar el Holocausto. En respuesta a las declaraciones de Lula, el canciller israelí llevó al embajador de Brasil al monumento conmemorativo del Holocausto en Jerusalén, el museo Yad Vashem, para expresar su desaprobación.

Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina, Riyad al Maliki, presentó una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, argumentando que el pueblo palestino sufre "colonialismo y apartheid" bajo la ocupación israelí. Al Maliki solicitó a la Corte que declare la ocupación ilegal y ordene su cese de manera inmediata.

La Corte Internacional de Justicia celebró audiencias para analizar las consecuencias jurídicas de la ocupación israelí de los territorios palestinos desde 1967, con la participación de 52 países, incluidos Estados Unidos, Rusia y China. El pronunciamiento de la CIJ no será vinculante, pero es objeto de atención internacional debido a la creciente presión jurídica sobre Israel desde el inicio de la guerra en Gaza.

La situación en la región ha generado tensiones y controversias a nivel internacional, y se espera que las audiencias en la Corte Internacional de Justicia arrojen luz sobre los desafíos legales y políticos en el conflicto entre Israel y Palestina.