El intento de Irán de convertirse en miembro de pleno derecho de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), fue aprobado después de casi 15 años por los siete miembros permanentes del bloque el viernes.

Una vez que concluya el proceso técnico y legal, que podría demorar hasta dos años, Irán se unirá formalmente a un grupo que representa aproximadamente un tercio de la tierra del mundo y exporta billones de dólares al año, integrado por China, Rusia e India, en además de varios estados de Asia Central.

Tras su regreso de una cumbre en Dushanbe, Tayikistán, el presidente Ebrahim Raisi calificó la aprobación como un "éxito diplomático" que significa vincular a Irán con las infraestructuras económicas de Asia y sus vastos recursos. Durante un discurso en la cumbre de dos días, denunció el “unilateralismo” de Estados Unidos y pidió un esfuerzo concertado para combatir las sanciones.

El presidente Raisi celebró una serie de reuniones bilaterales de alto nivel al margen de la cumbre de la OCS. Entre otras cosas, llevaron a la firma de ocho acuerdos con el presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon. Los dos establecieron un objetivo de 500 millones de dólares para el comercio bilateral anual, que es cerca de 10 veces más alto que los niveles actuales.

Irán no espera sacar de este acuerdo ventajas políticas o económicas, el principal objetivo es que a corto plazo puedan obtener un aumento del prestigio y la diplomacia. La OCS es principalmente una organización geopolítica y de seguridad con infraestructuras limitadas para lograr la integración económica.