China reaccionó con iracundia ante la formalización de la alianza militar AUKUS entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia, para controlar la zona marítima del indo-pacífico y que otorgará a los australianos, submarinos nucleares a tal fin.

En una rueda de prensa, el Ministerio de Exteriores en Pekín, mediante su portavoz Zhao Lijian ha asegurado que la iniciativa solo servirá para alentar una “carrera de armamento” en Asia-Pacífico y “perjudicará la paz y la estabilidad regionales”.

El acuerdo, conocido como AUKUS, incluirá a Australia en el exclusivo club de países con submarinos de propulsión nuclear, un tipo que permite desplazamientos mucho más largos sin necesidad de salir a la superficie. 

Ninguno de los líderes de las naciones firmantes del acuerdo mencionó por su nombre a China, pero es claro que la iniciativa tiene el fin de contrarrestar el creciente poderío militar de Pekín y servir de elemento disuasorio ante posibles ataques contra Taiwán y Japón.

La alianza generó indignación en Pekín. Pese a la existencia de una conversación telefónica entre los presidente Joe Biden y Xi Jinping, 48 horas antes de anunciar esta alianza, Biden jamás mencionó el tema a su par chino.

En una semana se celebra en Washington una cumbre de la asociación informal de defensa conocida como Quad -India, Australia, Japón y Estados Unidos- que Pekín considera un intento de frenar su influencia en la región de Indo-Pacífico.

En su rueda de prensa, el portavoz Zhao -el más emblemático de los “lobos guerreros”, la nueva hornada de la diplomacia china más agresiva y nacionalista en sus declaraciones públicas- no ahorró palabras de condena. A su parecer, el acuerdo entre los tres países “socava enormemente la estabilidad regional y la paz, agrava la carrera de armamentos y perjudica los esfuerzos internacionales contra la proliferación”, sostuvo.