En Grecia, hubo incidentes durante la huelga general de cuarenta y ocho horas para rechazar los nuevos recortes. El paquete de rescate incluye una baja del 22 por ciento en los salarios del sector privado, el congelamiento de los sueldos de empleados públicos y la eliminación de ciento cincuenta mil puestos de trabajo, quince mil de ellos, de inmediato.

La policía antidisturbios intentó contener a los miles de personas que se volcaron al centro de Atenas para llegar hasta el Parlamento y recibió una verdadera lluvia de cócteles molotov y piedras. Las primeras informaciones no dieron cuenta de detenciones ni víctimas, pero se teme que la violencia vaya en aumento con el correr de las horas.

Paralelamente, la policía demandó a la fiscalía general una orden de arresto inmediata contra los representantes de la “troika” de acreedores internacionales, integrada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE).

“Están poniendo peligro la democracia griega y la supervivencia de su pueblo” con las medidas fondomonetaristas, informó la policía en una carta publicada por la prensa griega y enviada a los representantes del Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).

La presidencia del sindicato de la policía POESY acusó concretamente a los integrantes de la “troika” de intentar violar la soberanía nacional, así como de robar al pueblo griego sus bienes.