Grecia aprobó otro severo plan de ajuste y evitó el default. El salvataje de ciento treinta mil millones de euros implica una reducción de salarios y jubilaciones del orden del 22 por ciento, el despido inmediato de quince mil personas y, a mediano plazo, el de ciento cincuenta mil.

Esto ocurre en un país de once millones de habitantes de los cuales un millón está sin trabajo.

En este marco, cien mil personas se movilizaron en Atenas para rechazar el nuevo capítulo del ajuste de Yorgos Papadimos. Lo mismo ocurrió en las demás ciudades importantes del país. En total, hubo al menos ochenta heridos durante los choques ya clásicos con la policía.

Por Continental, el embajador argentino en Grecia, Jorge Mastropietro, subrayó que, “durante los disturbios, los manifestantes se enfrentaron con la policía e incendiaron edificios”.

En Magdalena Tempranísimo, señaló que “la desocupación en ese país trepó al 40 por ciento entre los jóvenes”.