Estambul se vio sacudida este jueves por un atentado con bomba en las inmediaciones de la sede del partido gobernante turco AKP y la central de la organización patronal islamista Müsiad, como consecuencia del cual resultaron heridos 15 policías y un civil.

"Estamos decididos a continuar nuestra lucha contra el terrorismo", dijo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, al condenar desde Ankara el ataque y prometer que los culpables "serán atrapados lo más pronto posible". Por el momento se desconocen a los autores del atentado.
 
Según primeras investigaciones, se trató de un explosivo plástico. La televisión turca aseguró que el tipo se corresponde con el usado en otro atentado perpetrado en Estambul en mayo del año pasado. Por aquel entonces se sospechó que el prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se encontraba detrás del ataque.

El jefe de la Policía de Estambul, Huseyin Capkin, explicó que "en el momento en que pasaba un vehículo policial en el que viajaban 21 agentes, una bomba colocada en una moto fue detonada por control remoto. Nuestros equipos están investigando lo ocurrido", añadió.

Según la agencia de noticias Anadolu, de los 21 agentes que se encontraban en el lugar, ninguno llegó a sufrir heridas graves. Los agentes heridos fueron llevados a hospitales. En los últimos años, Estambul fue objeto de atentados por parte de separatistas armados kurdos, organizaciones de extrema izquierda o extrema derecha y milicias islamistas, algunas próximas a Al Qaeda.