El Congreso de Diputados español dio media sanción a la reforma de la Constitución pactada por el gobierno socialista y el opositor Partido Popular para poner un techo al déficit público, tras el rechazo frontal y crítico de los principales partidos nacionalistas y de izquierdas.

Ante este hecho consumado, el movimiento de los “indignados” se concentró en las inmediaciones de la Cámara Baja esta mañana para exigir un referendo y denunciar esta reforma que consideran un retroceso democrático y social. “Que no, que no, que no sin referendo”, coreaban los manifestantes frente a un fuerte operativo policial que blindó todo el perímetro del Congreso de Diputados y los mantuvo alejados, en las cercanías de la plaza Neptuno.

Con 316 votos a favor y 5 en contra, quedó aprobada la reforma constitucional, anunció el presidente del Congreso José Bono tras la votación que tuvo lugar luego de casi tres horas de debate. Sólo votaron a favor el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el derechista PP, y UPN (Unión del Pueblo Navarro), que se había sumando al acuerdo durante la admisión a trámite de la reforma.

Entre los diputados que votaron en contra figura el socialista Antonio Gutiérrez, mientras los nacionalistas vascos y catalanes directamente no votaron en expresión de rebeldía. En tanto, los diputados de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Nafarroa Bai (NaBai), abandonaron el hemiciclo antes de la votación para repudiar una reforma constitucional que se llevó a cabo en tiempo récord y sin consenso.