El gobierno británico anunció un plan de recortes de las ayudas sociales con las que espera ahorrar alrededor de 7500 millones de dólares en los próximos cuatro años.

El plan, presentado por el primer ministro conservador David Cameron, es unificar las diferentes ayudas sociales que existen es una sola subvención universal a partir de 2013 y crear un "programa del trabajo" para ayudar a los desocupados a encontrar empleo, informó la cadena de noticias británcia BBC.

Cameron afirmó que "se trata de los cambios en el Estado de bienestar más fundamentales y radicales que se hayan llevado a cabo desde la Segunda Guerra Mundial".

El proyecto, que prevee un ahorro presupuestario de 7500 millones de dólares para los próximos cuatro años, estipula que las personas que rechacen los trabajos que se les ofrezcan pueden perder el derecho a recibir ayudas sociales durante 36 meses.

El ministro de Trabajo y Pensiones, Ian Duncan Smith, principal artífice de la reforma, dijo que la meta es que trabajar "sea más ventajoso" que estar desempleado y recibir ayudas.

El opositor Partido Laborista se opuso a la medida, por lo que el gobierno decidió retirar de su propuesta una medida que proponía bajar un 10% las ayudas para la vivienda a personas que estuvieran desocupadas durante más de un año.

Previamente, el ministro de Economía británico, George Osborne, había anunciado la finalización de la asignación universal por hijo, que ahora sólo se otorgarán a personas de bajos recursos.

El proyecto también incluye una reevaluación de las ayudas a los discapacitados, una revisión de las pensiones por enfermedad y el establecimiento de un límite a la ayuda económica que puede recibir cada familia.

Cameron dijo en relación con la propuesta que no se trataba solamente de "un ejercicio contable", sino que el objetivo era imponer "un cambio de mentalidad".