El expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022) ha sido citado a declarar ante la Policía Federal en relación con una investigación sobre presuntos planes golpistas para impedir la asunción de su sucesor, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La citación fue revelada por uno de los abogados de Bolsonaro, Paulo Cunha Bueno, a la cadena de noticias GloboNews.

La declaración de Bolsonaro tendrá lugar antes de una manifestación que él mismo ha convocado para el próximo domingo en San Pablo, donde se propone denunciar una presunta violación del estado de derecho en su contra en el marco de la investigación que lo involucra como uno de los principales actores de una supuesta trama golpista, según lo que sostiene el Supremo Tribunal Federal.

En una operación reciente, la Policía Federal confiscó el pasaporte de Bolsonaro durante una serie de allanamientos a exministros, que culminó con la detención de dos militares y del exasesor de asuntos internacionales, Filipe Martins, quien era el principal interlocutor del gobierno anterior con el movimiento de extrema derecha estadounidense asociado al expresidente Donald Trump.

Además, se ha dado a conocer que la Policía Federal descubrió un video de una reunión de gabinete en la que Bolsonaro manifestó a sus colaboradores la necesidad de no esperar a los resultados electorales de su contienda con Lula para actuar sobre la justicia electoral, expresando la posibilidad de perder las elecciones de 2022 y pidiendo a los ministros activar un "plan B". La defensa de Bolsonaro sostiene que el expresidente nunca contempló la posibilidad de dar un golpe de Estado.

También han sido citados a declarar esta semana ante la Policía Federal dos generales retirados: Walter Braga Netto, exjefe de gabinete y exministro de Defensa, así como el exministro del Gabinete de Seguridad Institucional Augusto Heleno, quien estuvo a cargo de los servicios de inteligencia.

En el marco de la investigación, se ha mencionado al argentino Fernando Cerimedo como divulgador de noticias falsas sobre el sistema electoral brasileño para respaldar un supuesto plan golpista del bolsonarismo en caso de una eventual derrota ante Lula. Este hecho ha generado un gran interés mediático y político en la región.