El duelo tuvo una altísima intensidad y mucho ida y vuelta. Por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, en el José Amalfitani, Vélez desdibujó completamente a River y lo superó claramente, pero sólo pudo ganarle 1 a 0. Lucas Janson, de penal, convirtió el único tanto del partido. Franco Armani fue fundamental para sostener a su equipo en la segunda parte.

El local le inyectó una intensidad feroz al partido. Tiene jugadores muy jóvenes y dinámicos que corrieron, metieron y se movieron en ataque de manera constante para generar espacios y líneas de pase. Además, cada vez que pudo envió pelotas largas para poner a Luca Orellano y Janson a jugar contra los defensores rivales.

El Millonario estuvo irreconocible. Es cierto que ha tenido un año muy irregular, pero en ningún partido determinante, y menos de Copa, había mostrado una cara tan pálida. Tuvo situaciones puntuales en las que, a partir de la jerarquía de Enzo Fernández y Julián Álvarez generó. Pero fueron chances aisladas, que no tuvieron que ver con producción colectiva. 

Con mucho menos, Marcelo Gallardo había conseguido armar un equipo altamente competitivo el año pasado. Como le sucede a muchos entrenadores, al "Muñeco" parece costarle el hecho de tener que administrar abundancia.

A los 16, el Fortín que ya mostraba una mejor cara obtuvo la ventaja. Orellano puso a correr a Lucas Pratto por la derecha, el ex Boca la tiró hacia el área y tras un rebote, David Martínez, de muy mal partido, quiso rechazar y lo golpeó directamente a Janson. El brasileño Raphael Claus no dudó y sancionó penal. El propio Janson ejecutó y puso la ventaja.

En el segundo tiempo, el equipo de Alexander Medina cedió terreno y la pelota, se dedicó a contraatacar y generó muchas situaciones para convertir otro tanto. Armani le sacó dos pelotas fundamentales a Abiel Osorio y el propio juvenil estrelló un remate en el travesaño cuando el partido se acababa. Además, le anularon un tanto por fuera de juego.

El equipo visitante dio tan pocas respuestas, que él entrenador debió apelar a Lucas Beltrán y Rodrigo Aliendro, que ingresaron con un puñado de entrenamientos y no pudieron cambiar la historia. Hace tiempo el equipo de Núñez no era tan superado, por lo que dadas las circunstancias no se llevó un mal resultado.

Vélez terminó con una sensación claramente positiva, pero también con lamento. Hizo méritos para ganar por uno o dos goles más de diferencia y se va con un resultado escueto para el trámite del encuentro, que le fue sumamente favorable. Todo se definirá el próximo miércoles en el Monumental.