En un torneo que le cuesta muchísimo, Independiente consiguió una victoria que vale un montón. En Jujuy, le ganó 1 a 0 a Atlético Tucumán por los 16avos de final de la Copa Argentina. Juan Cazares, que entró en el segundo tiempo, convirtió el único tanto del partido. El Decano se quedó con un jugador menos por la expulsión de Nicolás Thaller a los 13 del segundo tiempo.

La primera mitad tuvo un dominio repartido. El Rey de Copas buscó generar juego con paciencia y pelota al pie. Eduardo Domínguez apostó a último momento por un esquema con cinco defensores y si bien su equipo dominó, se notó la ausencia de un volante creativo para ser más profundo en los últimos metros. La más clara que tuvo fue un tiro libre de Leandro Fernández que sacó Carlos Lampe cuando recién arrancaba el juego.

El conjunto tucumano fue mucho más directo y concreto. No entretuvo la pelota en el medio y buscó finalizar las jugadas lo más inmediatamente posible para volver a acomodarse en defensa. Tuvo también su chance a partir de un remate de afuera del área de Joaquín Pereyra que se fue cerca.

En un partido que no tenía mucha acción, lo más destacado fue una situación en la que Ciro Rius debió ser expulsado. El ex jugador de Defensa y Justicia cortó un contraataque que intentó iniciar Lucas Romero con una trompada directa sobre el rostro del ex Cruzeiro. Fernando Echenique, increíblemente, sólo lo amonestó.

La segunda mitad tuvo una dinámica similar aunque más calma, hasta que a los 13, Thaller vio la roja. Había sido amonestado por ir con el codo sobre la nuca de Leandro Benegas y un rato más tarde le fue con enorme imprudencia por la espalda a Lucas González y recibió la segunda amarilla.

Durante largo rato, el partido fue tedioso. Independiente no conseguía hacer que su juego rompa con la intrascendencia y Atlético estaba cómodo con que pasara poco, dado que jugaba con 10. Pero a los 30, el encuentro se encendió de golpe.

Primero lo tuvo el equipo que dirige Lucas Pusineri, con un contraataque que pudo ser letal. La defensa del Rojo había quedado muy mal parada, Joaquín Laso salió alto, falló y Ramiro Ruiz Rodríguez se fue sólo contra el arco. Condujo 50 metros y cuando se disponía a definir se encontró con Sebastián Sosa que salió muy rápido y achicó con todo el cuerpo. En el rebote, el uruguayo volvió a tapar otra acción muy clara.

Tocado en el orgullo, aunque con mucha desprolijidad, el Diablo fue con mucha decisión a llevarse el partido. A los 33, en una jugada que fue el fiel reflejo de ese intento sucio pero testarudo, consiguió el gol. Primero Cazares quiso rematar de afuera, pero rebotó en un defensor. Lucas Rodríguez la rescató y Fernández la volvió a meter en el área. Nuevamente Manuel Capasso despejó, pero le quedó a Marcone que volvió a patear. Otra vez sacó el ex Newell´s y en el tercer remate, Cazares le dio fuerte contra el palo izquierdo de Lampe y finalmente convirtió.

Suele ocurrir que cuando un equipo se está por quedar afuera de una competencia se desespera. Pero increíblemente, tras el gol, el que se puso nervioso y en consecuencia también impreciso fue Independiente. Por errores propios, malos pases y movimientos defensivos defectuosos, lo sufrió, pero Atlético no le llegó demasiado.

El Rojo alcanzó los octavos de final de un torneo que le es esquivo tras vencer a un rival que suele complicarlo en demasía. En los octavos de final enfrentará a Vélez, otro club que en general le traer grandes dolores de cabeza.