Unión estuvo bastante más cerca de la clasificación de lo que el resultado indica. El Tatengue perdió 2 a 1 en Santa Fe ante Nacional de Uruguay por la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana, y tras haber perdido también en la ida por 2 a 0 se quedó afuera. Emanuel Brítez abrió el marcador pero Juan Ignacio Ramírez y José Luis Rodríguez dieron vuelta la historia.

El local se hizo cargo de su necesidad de entrada. Tomó la pelota y acorraló al rival contra su arco. Le costó tener profundidad, pero de todas maneras consiguió generar dos situaciones claras de gol. La primera a partir de una apilada de Brítez, el mejor del equipo argentino, que Jonathan Álvez tardó muchísimo en definir. Un rato después, Juan Portillo ganó de arriba tras un tiro de esquina e hizo lucir al seguro Sergio Rochet.

En la segunda mitad, el equipo santafesino si fue más punzante y el Bolso se metió demasiado atrás. El conjunto que dirige Gustavo Munúa hizo méritos suficientes para conseguir la ventaja, pero lo logró recién a los 24 minutos. Enzo Roldán ejecutó una pelota parada desde la derecha, de manera muy precisa, y Brítez, de cabeza, abrió el marcador.

Parecía que el Rojiblanco se venía con todo para igualar la serie. Necesitaba sólo un gol más. Pero, de manera inesperada, los dos cambios que metió Pablo Repetto para darle aire a su equipo armaron una gran jugada. La empezó Diego Zabala por derecha, filtró para Leandro Otormín que tiró un centro atrás y Ramírez sólo tuvo que empujarla.

El golpe se sintió. Unión se quebró en una búsqueda desesperada, pero doblegado en su ánimo y el equipo montevideano lo aprovechó. Tras un corte en la mitad de la cancha, el "Torito" Diego Rodríguez abrió para José Luis Rodríguez, que se mandó al ataque y remató casi de compromiso. Sebastián Mele, el muy buen arquero del equipo argentino, dio una flojísima respuesta y la pelota se le escapó por debajo del cuerpo.

El tanto sentenció el fin del sueño Tatengue a nivel internacional. De todas maneras, es totalmente destacable su torneo. Avanzó de fase a pesar del pésimo sistema de competencia de la Sudamericana, en un grupo que compartió con dos equipos pesados como Junior y Fluminense. La decepción no debe opacar el buen trabajo realizado por Munúa.