El que era anunciado como el mejor partido de la Copa del Mundo no defraudó. Tuvo buen fútbol, muchas situaciones, emociones y hasta polémicas arbitrales. Sin merecerlo, Francia le ganó 2 a 1 a Inglaterra y jugará las semifinales con Marruecos. Aurelién Tchouameni y Harry Maguire, en contra, convirtieron para Les Bleus. Harry Kane tuvo dos penales: uno lo convirtió y el otro lo falló.

Luego de un arranque parejo con dominio repartido, el vigente campeón del mundo consiguió, a puro talento individual, la ventaja. Armaron una jugada que no parecía tener mucho peligro, Antoine Griezmann se la dio atrás a Tchouameni y el del Real Madrid, sin tener el espacio claro, remató cruzado y la puso perfectamente contra el palo derecho de Jordan Pickford.

Desde entonces, prácticamente todo lo que sucedió en el encuentro corrió por cuenta de los británicos. En la primera parte crearon varias chances de gol, pero chocaron contra Hugo Lloris que sacó un par de remates de media distancia y un mano a mano ante Kane.

En la segunda mitad, el dominio del seleccionado que dirige Gareth Southgate se profundizó. A los 9 minutos, Bukayo Saka se metió en el área a pura gambeta, pero hacia atrás y Tchouameni lo derribó. Kane ejecutó bárbaro y empató.

Tras ese tanto hubo un breve lapso de no más de 10 minutos en los cuales se despertó el equipo de Didier Deschamps. No fue un vendaval, pero se metieron en partido y generaron riesgo como en ningún otro momento habían hecho. En una de esas acciones, tras un córner que no prosperó, Griezmann la volvió a meter al área y Giroud anticipó a Maguire. El cabezazo parecía irse, pero se desvió en el hombro del defensor del Manchester United y se metió.

Los ingleses reaccionaron con tibieza, pero aún así tuvieron una chance inmejorable de empatar. Un pelotazo largo buscaba a Mason Mount, pero claramente no lo iba a encontrar. Theo Hernández, de manera absurda, lo empujó en la espalda adentro del área y pese a que el pésimo árbitro brasileño Wilton Sampaio evitó cobrarlo, el VAR no le dio muchas opciones.

Kane volvió a pararse delante de la pelota y frente a Hugo Lloris, su compañero de equipo. Tenía en sus pies la chance, como mínimo, de jugar el tiempo suplementario. Le dio muy abajo a la pelota y la tiró por arriba del travesaño.

Inglaterra se desmoronó y Francia lo aguantó sin sufrir mucho más. Nuevamente está entre los cuatros mejores del mundo y se erige como indiscutible candidato en el duelo de semifinales en el que tendrá que medirse ante Marruecos.