Lewis Hamilton le ha confirmado a Mercedes que seguirá pilotando en 2022. Tras la escabrosa definición del Mundial de F1 en Abu Dhabi, desde la escudería alemana habían dejado trascender que el heptacampeón estaba "desilusionado" de la máxima. Su contrato llega hasta 2023. 

En este lapso, Lewis generó pánico en sus numerosos fans desapareciendo de las redes sociales y dejando de seguir a la F1, para después dejar de seguir a todo el mundo. Stefano Domenicali, con su desesperado optimismo, había desestimado la posibilidad, y Max Verstappen, su archirrival, también consideró insólita la versión. 

En 2022, la butaca de Valtteri Bottas será ocupada por el pujante británico George Russell, algo que puede cambiar completamente la dinámica interna de Mercedes: la sensación es que el joven inglés será un rival muchísimo más duro de roer que Bottas, en un momento en que Red Bull tiene clarísimas las jerarquías de equipo y corre en función de ellos.