Luego de algunas sanciones leves como la pérdida de la localía e incluso la posibilidad que se barajaba de eliminar de la Europa League al Spartak de Moscú, la FIFA fue mucho más a fondo. Se asesoró legalmente para no tener dificultades y no sólo eliminó al conjunto de la capital de la competencia sino que prohibió a todos los clubes y selecciones rusas de todas las categorías competir en torneos internacionales, ya sean continentales o mundiales.

De este modo, el Spartak que debía jugar ante el Leipzig por los octavos de final de la Europa League el 10 de marzo, se queda afuera. El equipo alemán clasificará automáticamente a los cuartos de final.

Por otra parte, lo más duro de esta sanción tiene que ver con el Mundial de Catar. Rusia debía enfrentar a Polonia el 24 de marzo, por las semifinales del repechaje para conseguir una plaza para la cita máxima del fútbol. Sin embargo, salvo que la mencionada prohibición se levante antes de esa fecha, al conjunto euroasiático no se le permitirá jugar y perderá su lugar automáticamente.

De todas formas, en su comunicado conjunto, tanto la FIFA como la UEFA dejan una puerta abierta para un cambio de rumbo geopolítico que les permita maniobrar: "Ambos presidentes (de las dos entidades) esperan que la situación en Ucrania mejore significativa y rápidamente para que el fútbol pueda volver a ser un vector de unidad y paz entre las personas".