La Fórmula 1 no está afuera del conflicto bélico que se vive en la zona oeste del Mar Negro, tras el anuncio de Rusia de atacar Ucrania para “reducirla militarmente” y “proteger” a la población de Donetsk y Lugansk. La situación, que ya afecta todos los indicadores financieros internacionales, también envuelve a la F1.

Luego de la salida del GP de Rusia del sitio de venta de entradas para la F1, la organización de la máxima comunicó que no tiene comentarios para hacer sobre la realización del Gran Premio de ese país, pero que siguen “de cerca” lo que pasa en Ucrania.

"La Fórmula 1 sigue de cerca los desarrollos sobre el Gran Premio de Rusia, igual que los de otros eventos, y en este momento no tiene nada que comentar sobre la carrera programada para septiembre. Vamos a seguir monitorizando la situación muy de cerca", reza el texto publicado.

En tanto, el equipo estadounidense Haas, cuyo principal sponsor es la rusa Uralkali, decidió no participar de la rueda de prensa de hoy en Barcelona, como estaba programado, para no responder preguntas sobre el conflicto. El presidente de la firma rusa, Sergey Chemézov, está en la lista de empresarios sancionados por Biden. Esto podría complicar el financiamiento de Haas, que ya pende de ese delgado hilo ruso.

Por su parte, Sebastian Vettel, siempre atento a las consecuencias humanitarias de las acciones públicas y colectivas, ya avisó que, en este contexto, no irá en septiembre al Gran Premio de Rusia.