Tras un largo tiempo de quejas timoratas, los hinchas de Independiente se autoconvocaron para pedirle explicaciones sobre la pésima situación del club a sus dirigentes. Este viernes desde las 18 se concentrarán en la sede la Avenida Mitre, en Avellaneda.

La situación general del club es caótica y los motivos para manifestarse infinitos. El Rojo está sumido en una dinámica de deudas impagables, jugadores que se van libres por falta de pago e inhibiciones por no afrontar obligaciones con las que esta misma dirigencia se comprometió.

Dentro de ese esquema institucional y económico tan pobre, dos cuestiones resaltan. La primera tiene que ve con la particular situación de la venta de Nicolás Figal. El defensor había sido transferido a la liga de los Estados Unidos. Tanto por declaraciones de los directivos como por lo volcado en los balances, constaba que el club se había quedado con el 50% del pase del jugador.

Recientemente, fue transferido a Boca, por lo que muchos socios comenzaron a preguntarse que dinero le ingresaría al club de Avellaneda por la operación. Sin embargo, Independiente no verá un peso. Los dirigentes debieron salir a aclarar que en realidad no contaban con la mitad del pase del futbolista, sino con una plusvalía, y que la confusión se debió a un "error de tipeo involuntario".

El otro gran motivo que lleva a la manifestación es la postergación indefinida de las elecciones. Hace más de un mes, el Rey de Copas debería tener nuevas autoridades, ya sea oficialistas u opositoras. Sin embargo, el proceso eleccionario se postergó como consecuencia de la impugnación de una de las listas por parte de la Comisión Electoral, constituida en su totalidad con miembros del oficialismo. 

La cuestión se judicializó y se aguarda una definición, pero, más allá de lo que suceda finalmente, Hugo Moyano ya estiró su mandato por más tiempo que el que los socios le habían confiado para presidir al club.