Tras cuatro horas de 'deliberación' (es decir, de exasperante rosqueo alrededor de los diferentes reglamentos y códigos deportivos de la F1), los comisarios de la FIA decidieron posponer hasta este viernes la decisión sobre la maniobra entre Verstappen y Hamilton en la Vuelta 48 del GP de Brasil.

Se reitera lo dicho ayer en Continental Web: si en Brasil tardaron veinte horas para aceptar que un auto no había pasado la normativa técnica, imagínense lo que pueden demorar los comisarios para definir una cuestión de criterios. Para sumar confusión, los comisarios de la FIA este fin de semana no son los que dejaron pasar la vistosa echada de pista de Max a Ham (y uno de ellos es el áspero Emmanuelle Pirro). En el mitin de hoy, la FIA se limitó a aceptar las nuevas pruebas aportadas por Mercedes (y mezquinadas por los dueños de las imágenes hasta ayer nomás).

Hay una sensación en el Paddock de que una eventual sanción al puntero del Mundial consistiría en restarle cinco segundos a su tiempo total en Interlagos (con lo que perdería el segundo puesto, que pasaría a Valtteri Bottas). Sin embargo (al menos hasta donde es posible prever los casquivanos dictámenes de los comisarios), parece más lógica una sanción de posiciones en parrilla para el GP de Catar.

Casi todos los pilotos han reaccionado a la maniobra de marras, muchos de ellos para decir que, o “no hay nada que sancionar” en ella o que, “aunque lo haya, no van a sancionar a Max”. Algunos fueron más allá; Charles Leclerc ya adelantó que cambiará su forma de defender la posición (recuerden su blandura ante Mercedes y Red Bull, sobre todo ante Hamilton en Silverstone) si no se sanciona a Verstappen. "Si su maniobra en Brasil está permitida, entonces adelantar por fuera va a ser muy complicado. Eso sí, sea cual sea la situación, adaptaré mi estilo de pilotaje a ella, por lo que estaré de acuerdo con ambas", resumió el monegasco.