Victoria histórica de Lewis Hamilton en el GP de Brasil 2021. El heptacampeón se sobrepuso a un sábado agotador, con 20 horas de rosca política para evitar la sanción por la excesiva apertura del DRS de su Mercedes, sanción que se concretó y dio lugar a un Sprint glorioso (largó vigésimo, llegó quinto), para largar décimo este domingo por cambiar el motor atmosférico y ganar la carrera con uno de los mejores sorpassos de la historia de la F1: por afuera en la Curva 4 de Interlagos a Verstappen.

El campeonato no da tregua, y lo que en Turquía parecía una superioridad inquietante de Mercedes, en México se había convertido en campeonato casi definido a favor de Verstappen, y hoy nos entrega un campeonato con 14 puntos entre los dos aspirantes al título, con dos circuitos a estrenarse en la F1 sobre tres Grandes Premios restantes.

Ayer, tras el sublime Sprint que corrió Hamilton, nadie dudaba que Hamilton, en una carrera normal, iba a llegar segundo detrás de un Verstappen previsiblemente más agresivo en la largada del Gran Premio que en la del Sprint.

Bueno, la carrera que hizo Hamilton fue lo anormal este domingo: se puede decir que la superioridad incontestable de Mercedes este fin de semana... bla, bla, bla... Pero las dificultades permanentes de Bottas (también este fin de semana) para pasar a rivales más lentos marca que, incluso con un autazo, no es fácil lo que logró Lewis este fin de semana. Y que sobran los dedos de una mano para contar en la historia de la F1 a los capaces de pasar a un Max Verstappen por afuera como lo hizo Hamilton en la Vuelta 59.

Verstappen se comió al tímido Bottas (el neerlandés sacó de pista al sumiso finlandés, literalmente; pocos metros después, hizo lo propio Pérez y se puso segundo) en la largada y después pareció escaparse, mientras Hamilton empezaba a hilar sorpassos fulminantes. Las primeras catorce vueltas fueron caóticas, como suele suceder en Brasil, con Safety Car y Virtual Safety Car para recoger fragmentos de autos.

Cuando se llamó al Safety Car en la quinta vuelta, Hamilton ya estaba tercero a cinco segundos de los dos Red Bull. Cuando se relanzó la carrera en la Vuelta 10, los Red Bull se defendieron en tándem, pero Hamilton se tomó el trámite con filosofía y preparó un precioso sorpasso por afuera en la Curva 1 a Checo en la Vuelta 18, que el mexicano le devolvió en el DRS siguiente. El británico no se desmoralizó y lo pasó de la misma manera en el mismo lugar en la vuelta siguiente. La lucha lo había dejado a 3,9 segundos de Verstappen, y a partir de ahí empezó la cacería del neerlandés.

Mercedes paró a Hamilton en la Vuelta 26, y Red Bull hizo lo propio con Max en la vuelta siguiente. Bottas, en cambio, aprovechó un Virtual Safety Car para entrar 'gratis' en la Vuelta 30 y volver tercero: batalla ganada contra Pérez, que había salido quinto de su parada reciente. Siempre los pilotos 'dos' te marcan el nivel del auto: hoy Bottas era más que Pérez.

Pero igual había que pasar a Verstappen en pista. Max hizo su segunda parada (para volver a calzar Duros) en la Vuelta 41, le siguió Bottas en la 42 y Hamilton entró demasiado temprano, en la 44. Esto último pareció un error estratégico y los dos pilotos de Mercedes se quejaron.

Pero estamos en el campeonato de F1 con mayor influencia de los pilotos en mucho tiempo, y al mejor auto (Mercedes) lo manejaba el mejor piloto de este fin de semana, Hamilton. Como siempre, Lewis masculló sus quejas y de inmediato apretó los dientes para cazar a Verstappen.

En el inicio de la Vuelta 47, inició un ataque salvaje contra Max, obligándolo a una trazada floja en la S de Senna y dejándolo a merced del Mercedes en la recta hacia la Curva 4. Max corrió el coche a la línea interna, pero Ham le puso la trompa adelante por afuera; Verstappen alargó la frenada con toda intención (y con el aval de la FIA, a la que le pareció una maniobra encantadora) para sacar de pista a Hamilton e impedir el sorpasso.

Lo malo de que la FIA apañe estas actitudes sucias de Verstappen en el rueda a rueda es que además podés sorprenderlo con trucos una vez: ya para la segunda va a estar armado y no tendrá problemas en la defensa. Después de la maniobra polémica de la carrera, Hamilton enfrió su cabeza (y sus neumáticos) y esperó varias vueltas a que llegara una eventual sanción de la FIA. Pero a los comisarios dales la posibilidad de aplicar su criterio y se lavarán las manos salomónicamente: el sábado estuvieron 20 horas para ejecutar una sanción que caía de maduro desde el momento en que el Mercedes de Ham no pasó la inspección técnica el viernes. Y eso hicieron: no es necesaria una investigación, dictaminaron. Y Hamilton volvió a atacar.

En la Vuelta 58, lo intentó por segunda vez en la llegada a la Curva 4, y Max lo contuvo sin problemas. Pero en la 59, Hamilton lo intentó por tercera vez y concretó uno de los mejores sorpassos de todos los tiempos: por afuera a Max Verstappen como gato entre los cactus.

A partir de allí, se terminó la carrera. Pérez, en otra carrera, tuvo el tiempo de hacer una parada extra para quitarle el punto de la vuelta rápida a Hamilton, que terminó escapado adelante de un Max desinflándose. El campeonato vuelve a abrirse. Ham lo dijo tras la debacle de México: acá no se rinde nadie. Faltan tres carreras y todavía tenemos Mundial.

F1: un Hamilton incontenible se sobrepuso en Brasil a un Verstappen sucio